La Justicia de Bahía Blanca confirmó este lunes que los restos biológicos encontrados hace dos semanas a orillas del estuario pertenecen a Delfina Hecker, la niña de un año que continuaba desaparecida desde la catastrófica inundación que golpeó a la ciudad a principios de marzo. Los restos fueron arrastrados por la corriente a través de toda la costa de Bahía Blanca y aparecieron recién a la altura del Partido de Coronel Rosales, tal como había ocurrido también con su hermana Pilar, cuyo cuerpo fue hallado hace un mes a más de 40 kilómetros del lugar en el que las dos desaparecieron aquel 7 de marzo. Con el hallazgo de las hermanas, la cifra de muertes ascendió a 18 personas y ya no quedan desaparecidos.
La encargada de hacer pública la noticia fue la propia fiscal del caso, Marina Lara, titular de la Unidad Fiscal N° 7 de Bahía Blanca, que este lunes por la mañana ofreció una rueda de prensa a las puertas de la sede de la fiscalía: «El día 26 de abril se produjo el hallazgo de Delfina Hecker en la zona de la Base Naval de Puerto Belgrano, dentro del Partido de Coronel Rosales», comenzó a informar la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF), que entonces agregó que «podemos manifestar esta conclusión luego de haberse realizado un peritaje antropológico sobre los restos óseos en la Policía Científica de La Plata, y otro de ADN en un laboratorio de especialidad genética del MPF ubicado en Junín».
Según pudo saber este diario, los resultados de ese primer peritaje de antropología forense estuvieron en manos de la Justicia cinco días después del hallazgo de los restos óseos, pero la fiscal decidió mantener la prudencia para comunicar al público la noticia hasta tener los resultados definitivos de la prueba de ADN, aunque en todo momento se mantuvo actualizada a la familia. Los resultados de la prueba genética llegaron desde Junín el viernes pasado y, tras confirmárselo a los Hecker durante el fin de semana, Lara decidió comunicarlo públicamente este lunes.
En la rueda de prensa, la fiscal destacó al que calificó como una «enorme esfuerzo de búsqueda» llevado adelante desde la desaparición: «Era una tarea imposible porque las expectativas de encontrarlas en una superficie de 2.300 kilómetros cuadrados eran prácticamente nulas; participaron todas las fuerzas con las que se podía contar, además de muchos voluntarios, kayakistas, biólogos que se ofrecieron para cooperar con la búsqueda, así como científicos del Conicet, de la UTN y de la Universidad Nacional del Sur«, subrayó. Confirmó, así, que la causa quedó cerrada y que ya no hay personas desaparecidas tras la inundación: «Hubo muchas versiones y no sólo se convocó a esas personas para que dieran su versión de los hechos sino que se ordenaron rastrillajes adicionales para saber si realmente había otros cuerpos y todo se descartó«, sostuvo.
Los restos de la niña de un año fueron encontrados en el marco de un rastrillaje realizado por el cuartel de bomberos de la ciudad en conjunto con otros bomberos voluntarios, que dieron con el cuerpo en la zona costera de las piletas de suboficiales de la Base Naval de Puerto Belgrano, en el límite entre esa localidad, Punta Alta y Puerto Rosales, todo en el Partido de Coronel Rosales. Se trata de un sector del estuario con marismas, con características de tierra dificultosas para el rastrillaje y de similares características al lugar en el que fue encontrada Pilar a principios de abril, justo cuando se cumplía un mes de la gran inundación.
La fiscal Lara precisó que Delfina apareció a unos 15 kilómetros de distancia de la Base de Infantería de Marina Baterías, en cuya costa habían encontrado antes a Pilar. Aunque más cerca de Bahía Blanca que en ese caso, el sector del hallazgo de la hermana menor igual se produjo a una enorme distancia desde la rotonda de acceso a la localidad de General Cerri, punto aproximado en el que los investigadores dataron el lugar de la desaparición de las dos niñas cuando la familia Hecker intentaba llegar a la casa de un familiar en la localidad de Mayor Buratovich.
Allí quedó estancada también la camioneta de reparto de Rubén Zalazar, el trabajador de una empresa de correo privado que intentó rescatar a las dos niñas luego de encontrarse con el auto de la familia varado en medio del agua. A Zalazar y a las niñas los arrastró la corriente y los tres fallecieron, mientras que los padres de las chicas lograron sobrevivir. Desde allí hasta Puerto Belgrano, donde apareció ahora Pilar, hay aproximadamente 30 kilómetros de distancia, y 45 hasta Baterías, donde apareció Delfina: viniendo desde Cerri hay que pasar toda la costa de Bahía Blanca, Ingeniero White, Puerto Rosales y hasta Punta Alta para llegar hasta allí.
Todo ese trecho del estuario recorrieron los dos cuerpos empujados por la corriente de la inusitada inundación provocada por una tormenta en la que cayeron más de 300 milímetros de agua en pocas horas, desbordando los arroyos Napostá y Maldonado en Bahía Blanca, y el Saladillo de García y el Sauce Chico en General Cerri. Precisamente el desborde de ese último cauce es el que arrastró a las niñas: el agua acumulada llegó a alcanzar un ancho de 1700 metros a en la Ruta N°3, donde el auto de la familia ya no pudo avanzar.