Home Economía El Acuerdo UE-Mercosur: entre la geopolítica y el proteccionismo

El Acuerdo UE-Mercosur: entre la geopolítica y el proteccionismo

El Acuerdo UE-Mercosur: entre la geopolítica y el proteccionismo

Un acuerdo en espera tras tres décadas de negociaciones

El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur representa la negociación comercial más prolongada de la historia moderna, involucrando a actores clave en la economía internacional. Luego de 30 años desde el inicio de estas pláticas, el acuerdo aún no se ha concretado. En contraste con 2019, cuando técnicos de ambos bloques llegaron a un consenso que se desvaneció rápidamente, el 6 de diciembre de 2024, líderes políticos como Ursula von der Leyen y los presidentes del Mercosur oficializaron la renegociación iniciada en 2023, lo que despertó la esperanza de una inminente materialización.

Obstáculos en la UE

No obstante, las dificultades para la entrada en vigor del acuerdo residen principalmente en el lado europeo, donde el Mercosur muestra una mayor cohesión en su agenda externa. El nuevo texto de 2024 incluyó enmiendas en el procedimiento de firma y ratificación, permitiendo superar un obstáculo significativo dentro de la UE. Sin embargo, la incertidumbre y las dudas persisten respecto a las condiciones políticas y económicas.

  • El consejo de la UE deberá alcanzar una mayoría calificada para aprobar los capítulos comerciales, lo que implica la aprobación de al menos 15 de 27 Estados miembros que representen el 65% de la población total de la UE.
  • Posteriormente, el Parlamento Europeo deberá dar su consentimiento para la ratificación del pilar comercial del acuerdo.

Las modificaciones en el texto, acordadas durante las negociaciones de 2023, han permitido mitigar tensiones previas. Se otorgan al Brasil más libertades en su política industrial, incluyendo compras gubernamentales y restricciones de exportación de minerales críticos, además de un anexo que alinea el capítulo sobre desarrollo sostenible con el Pacto Verde Europeo para abordar así las demandas de Francia.

Presiones de Francia y nuevas inquietudes

Sin embargo, el veto de los agricultores franceses persiste, apoyado por el gobierno de Francia. En julio de este año, la Comisión Europea propuso un protocolo que incluye salvaguardas para limitar importaciones de carne, pollo y azúcar desde el Mercosur, buscando tranquilizar a los agricultores franceses preocupados por su competitividad. Sin embargo, estos nuevos límites son inaceptables para los países sudamericanos, ya que significan una reconfiguración del acuerdo original.

Un estudio reciente de los politólogos argentinos Malamud y Schenoni, en colaboración con el Parlamento Europeo, demuestra que la dinámica geopolítica actual fomenta incentivos para una cooperación más férrea entre el Mercosur y la UE, resaltando la perspectiva europea frente a las presiones de Estados Unidos, las amenazas de Rusia y los desafíos de China.

Interrogantes sobre la estrategia europea

A pesar de las presiones de Francia para frenar la ratificación, la Comisión Europea avanzó al enviar el texto al Consejo Europeo en los primeros días de septiembre. Los meses restantes del año serán cruciales para las negociaciones y para obtener los votos necesarios en el Consejo. A pesar del apoyo de Alemania, España y Portugal, la posición de Italia se vuelve determinante, ya que el tratado requiere el veto de al menos cinco países miembros que representen el 35% de la población de la UE.

  • Francia, Austria, Polonia y Países Bajos ya han manifestado preocupaciones al respecto.
  • Estos países suman el 30% de la población, destacando la incertidumbre sobre la postura del gobierno de Meloni.

Un futuro incierto

En resumen, el acuerdo entre la UE y el Mercosur sigue estancado en una encrucijada, marcada por un entramado de intereses geopolíticos, exigencias ambientales y un proteccionismo agrícola resistente a los cambios. La clave del desenlace se encuentra en el delicado equilibrio que prevalece en Bruselas.