Análisis de las lluvias de agosto en el sector agrícola
Las intensas lluvias de agosto están marcando un punto clave en el desarrollo de la campaña fina (que incluye trigo y cebada) y el inicio de la campaña gruesa (que abarca soja, maíz y girasol). Según el informe semanal de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), estas lluvias han sido catalogadas como un «cisne negro», generando un entorno lleno de oportunidades pero también de riesgos significativos.
Condiciones del suelo y del cultivo
El informe señala que los meses más lluviosos se están acercando, con un 83% de la región presentando suelos ya saturados. Por otro lado, la condición del trigo es actualmente calificada como “muy buena a excelente” en cerca del 80% del área sembrada.
En términos de siembra a nivel nacional, el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) ha destacado que la siembra de girasol ha experimentado una desaceleración debido a las precipitaciones recientes. A escala nacional, el progreso intersemanal fue del 3.4%, abarcando ahora el 22.7% de las 2.6 millones de hectáreas previstas, con adelantos del 7.4% y 17.5% en comparación con el promedio del último quinquenio y el ciclo anterior, respectivamente.
Impacto en distintas regiones
En el NEA, las labores están a punto de concluir, y la etapa vegetativa temprana se desarrolla en condiciones óptimas de humedad. En el Centro-Norte de Santa Fe, la siembra se había acelerado antes de las lluvias, y se prevé que las actividades se reanuden en los próximos días, a pesar de los excesos hídricos que se observan actualmente.
Sin embargo, el sur del área agrícola enfrenta un panorama diferente, donde las continuas lluvias complican la recuperación de los lotes y caminos, vitales para la evolución climática y la implantación de cultivos. Según la BCBA, un 27.3% de la superficie presenta excesos de agua, principalmente en el este y sur, y se han reportado focos de enfermedades fúngicas. A pesar de ello, un 98% del área se mantiene con cultivos en condiciones de «normal a excelente».
Afavorabilidad para el trigo y la cebada
Esto es particularmente positivo para el 26.9% de los cultivos de trigo que ya se encuentra en fase de encañazón o más avanzada. La BCBA subraya que, aunque hay preocupaciones por las lluvias recurrentes, el impacto general en los cultivos invernales seguirá siendo positivo, especialmente considerando la creciente demanda de agua en los próximos estadíos reproductivos.
Con respecto a la cebada, las recientes precipitaciones han mejorado los perfiles de humedad, aunque también han causado anegamientos en sectores específicos del este y sudeste bonaerense. Actualmente, el 82% de los lotes es considerado en condición hídrica adecuada u óptima, y el 93% de la superficie sembrada presenta un estado general del cultivo normal a bueno.
Progreso en la cosecha de maíz
La cosecha de maíz para el ciclo 2024/25 ha avanzado lentamente a causa de las lluvias, alcanzando un 98.5% de lo estimado, con un rendimiento promedio nacional de aproximadamente 72 quintales por hectárea. Esto permite mantener la proyección de 49 millones de toneladas.
Por otro lado, se espera que la siembra de la campaña 2025/26, que indica una recuperación del 9.9% interanual en el área, progrese lentamente debido a los excesos hídricos, anticipándose que las labores serán reiniciadas en gran parte de centro y sur de Santa Fe, Entre Ríos y el este de Córdoba.
Registro de lluvias históricas
En Monte Maíz, registros de agosto han mostrado que las lluvias alcanzaron niveles no vistos en 90 años, con un promedio mensual de 193 mm, muy por encima de la media histórica de 30 mm. Este agosto se convierte en el más lluvioso en 30 años, superando incluso los datos de 2015. Las cifras más destacadas incluyen 344 mm en María Teresa, 290 mm en Chovet, 288 mm en Godeken y 286 mm en Pergamino.
De cara a las condiciones climáticas, se anticipa un clima favorable con heladas para el próximo fin de semana. Para el miércoles 10 de septiembre, hay probabilidad de lluvias en el sur y este de la región.
Los pronósticos para el corto plazo prevén un aumento en la circulación de aire frío y seco, con ausencia de precipitaciones durante la primera parte de septiembre y un descenso notable de las temperaturas.