Impacto devastador del tifón Ragasa
El supertifón Ragasa, uno de los más poderosos en años recientes, azotó la costanera de Hong Kong y el sur de China este miércoles, generando olas que superaron la altura de los postes de luz y causando caos en la región, tras haber causado la muerte de decenas de personas en Taiwán y Filipinas.
Devastación en Taiwán y Filipinas
En Taiwán, se registraron 17 muertes debido a inundaciones en un municipio, mientras que en Filipinas las autoridades reportaron al menos 10 fallecidos. Además, aproximadamente 1,9 millones de personas fueron evacuadas en la provincia de Guangdong, un área clave para la economía del sur de China. Una estación meteorológica en Chuandao documentó ráfagas de viento de hasta 241 kilómetros por hora, marcando un récord en Jiangmen.
Las olas colisionaron con la costa de Zhuhai y los intensos vientos causaron daños significativos, derribando árboles y esparciendo ramas por las calles. La televisora estatal CCTV informó que el tifón tocó tierra en Hailing, en Yangjiang, con vientos de hasta 144 kilómetros por hora, continuando su trayectoria hacia el oeste.
Impacto en Hong Kong y Macao
Los residentes de Hong Kong despertaron con fuertes vientos que provocaron el desprendimiento de partes del techo de un puente peatonal, además de cientos de árboles caídos. Un buque chocó contra la costa, destruyendo barandillas de vidrio en el paseo marítimo, y zonas cercanas a ríos y paseos marítimos experimentaron inundaciones. Los vientos diseminaron muebles en restaurantes, y más de 80 personas fueron atendidas en hospitales por diversas lesiones.
Un video viral muestra cómo las olas inundaban el vestíbulo de un hotel del centro financiero. No obstante, el hotel no realizó comentarios al respecto, mientras su personal trabajaba en la limpieza del área dañada.
En Hong Kong y Macao, se mandaron a cancelar clases y vuelos, se cerraron numerosas tiendas y cientos de personas encontraron refugio en albergues temporales. Las calles de Macao se convirtieron en verdaderos arroyos, requiriendo el uso de botes inflables por parte de equipos de rescate para salvar a los atrapados. La compañía eléctrica cortó el suministro en áreas vulnerables por razones de seguridad.
Registro de supertifón
Los meteorólogos del observatorio de Hong Kong señalaron que Ragasa, con vientos sostenidos de aproximadamente 195 km/h, pasó a unos 100 kilómetros al sur del centro financiero, y se clasifica como un supertifón, al considerar los ciclones con vientos de 185 km/h o más como tales. Este fenómeno es el ciclón tropical más fuerte reportado en el año hasta ahora en la región noroeste del Pacífico y el mar de China Meridional, empatando en poder con los tifones Saola (2023) y Yagi (2024).
Consecuencias en Taiwán y Filipinas
Ragasa generó consecuencias devastadoras en Taiwán y Filipinas, tras seguir una trayectoria entre ambas islas. En Taiwán, las fuertes lluvias llevaron al desbordamiento de un lago, con torrentes que destruyeron infraestructuras y convirtiendo las calles en verdaderos ríos que arrastraron vehículos y enseres. En Guangfu, que cuenta con aproximadamente 8,450 habitantes, más de la mitad buscó refugio en pisos superiores o terrenos más altos.
En Filipinas, se confirmaron al menos 10 muertes, incluyendo siete pescadores que se ahogaron cuando su embarcación fue sacudida por grandes olas y volcó frente a Santa Ana. La emergencia afectó a casi 700,000 personas en la región de Luzón, con unas 25,000 personas siendo evacuadas a refugios de emergencia.