Reducción en las expectativas de crecimiento del PIB argentino
El Banco Mundial ha revisado a la baja su pronóstico de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina para el año 2025, disminuyendo la estimación en casi un punto porcentual. En el contexto de la presentación de su informe regional titulado Emprendimiento transformador para el empleo y el crecimiento, el organismo analizó tanto el desempeño actual como las perspectivas futuras de América Latina y el Caribe.
Perspectivas económicas y causas de la desaceleración
Durante una conferencia de prensa virtual, William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para la región, abordó varios aspectos sobre la situación económica argentina y las razones detrás de esta corrección. La nueva proyección establece un crecimiento del 4.6% del PIB, frente al 5.5% anticipado en junio y el 5% anunciado en enero. Este ajuste indica un enfriamiento en comparación con los pronósticos anteriores, aunque se hicieron hincapié en aspectos positivos como la moderación de la inflación y la recuperación tras la sequía.
Maloney indicó: «La tasa de crecimiento de Argentina es, obviamente, una de las mejores de la región», atribuyendo este rendimiento a la recuperación de la sequía y a políticas implementadas el año pasado. Sin embargo, también señaló que la disminución en las proyecciones de crecimiento responde a un enfriamiento de la actividad económica hacia finales del año, influenciado por la incertidumbre electoral entre otros factores. «Hubo una leve reducción en el crecimiento previsto simplemente porque la actividad se enfrió un poco hacia el final del año», expresó.
Desafíos y recomendaciones del Banco Mundial
El informe del Banco Mundial destacó que, en términos generales, el crecimiento económico en América Latina es moderado en comparación con otras regiones emergentes, afectado por la baja productividad y problemas estructurales. La entidad enfatizó la necesidad de fomentar un emprendimiento transformador que genere empleo formal y sostenible.
La revisión de las expectativas para Argentina está asociada a la volatilidad macroeconómica bajo el gobierno de Javier Milei, que ha endurecido las condiciones financieras, además de un consenso creciente sobre los riesgos de recesión. Esta situación ejerce presión sobre el oficialismo en un contexto electoral donde busca justificar su gestión ante la población.
Impacto del crecimiento en la pobreza y la inversión
El Banco Mundial también advirtió que América Latina y el Caribe enfrentan un crecimiento débil y recortes en varias economías, manteniendo desafíos como la baja inversión, déficits fiscales y alta informalidad laboral. Se subraya que el escaso crecimiento regional no es únicamente consecuencia de la pandemia o del estancamiento de los precios de las materias primas, sino también de la histórica dificultad para capitalizar los avances tecnológicos.
En este contexto, el Banco Mundial recomienda impulsar reformas estructurales para elevar el capital humano y fortalecer el entorno para el emprendimiento e innovación. La previsión es que la pobreza monetaria en la región se reduzca levemente al 25.2% en 2025, aunque las desigualdades y la informalidad seguirán siendo desafíos importantes. Además, se observa que los déficits fiscales y altos niveles de deuda pública limitan la capacidad para implementar políticas económicas expansivas.
Proyecciones para el crecimiento en la región
En cuanto a las proyecciones de crecimiento para la región, se estima que América Latina y el Caribe crecerán un 2.3% en 2025, ligeramente por encima del 2.2% previsto para 2024. Esta situación contrasta con los recortes pronosticados para Brasil y México, a diferencia de economías como Colombia, que presentan un rendimiento mejorado gracias a la recuperación del consumo y la inversión privada. El informe concluye con un llamado a generar mayor espacio fiscal, mejorar la eficiencia en el gasto público y replantear la estructura tributaria para sostener el desarrollo económico de la región.