Sanción de la FIFA a River Plate
El Comité de Disciplina de la FIFA impuso una multa a River Plate por comportamientos inapropiados de sus hinchas durante el Mundial de Clubes. Los incidentes ocurrieron en los tres partidos de la fase de grupos, frente a Urawa Red Diamonds el 17 de junio, Rayados Monterrey el 21 de junio, y Inter de Milán el 25 de junio.
De acuerdo al comunicado oficial, la sanción de 70.000 francos suizos, equivalente a aproximadamente 88.000 dólares, se debe a los cánticos discriminatorios y racistas que tuvieron lugar durante esos encuentros. En particular, en el partido contra el Inter, se registraron insultos que surgieron en medio de una pelea entre los jugadores en el Lumen Field de Seattle.
Detalles de los incidentes
- Céntenas de hinchas entonaron el cántico: “Así lloran todos los putos de Boca, oh oh”.
- Al arquero de Monterrey, Esteban Andrada, se le gritó: «Andrada, culo roto».
- Se reportaron lanzamientos de objetos, como comida y bebidas, hacia los jugadores del Inter después del partido.
- Se utilizaron dispositivos de humo en las tribunas durante dos partidos y se exhibió una bandera no autorizada.
Respuesta de River Plate
Frente a esta situación, River Plate ha condenado públicamente la discriminación y ha implementado medidas preventivas, como campañas educativas bajo la frase “La Pasión No Discrimina”. El club también solicitó una disminución de la sanción, aunque su petición fue rechazada por el Comité de la FIFA, que ratificó las reglas del Código Disciplinario, las cuales prohíben estrictamente cualquier tipo de discriminación y abuso racista.
Los cánticos homofóbicos también están penalizados bajo una política de tolerancia cero por parte de la FIFA, que considera que “las expresiones sexuales en los cánticos se utilizan en un contexto homofóbico”.
Compromiso con la lucha contra la discriminación
Aparte de la multa, River Plate deberá desarrollar un plan anti-discriminación junto con la FIFA, enfocándose en educación y seguridad en los estadios, comprometiéndose a implementarlo en un plazo de tres meses. En caso de no cumplir este plazo, el club se enfrentará a una reducción del 25% en la capacidad de aforo para su siguiente partido local en el torneo argentino.