Una nueva perspectiva sobre la ira
La coach Gisela Gilges inicia uno de los episodios más populares de su serie Tu experiencia de coaching con una afirmación reveladora: “La ira no aparece de golpe: es el resultado de todo lo que no dijimos a tiempo.” Este pódcast, originalmente de Infobae, ahora está disponible para descarga gratuita en formato de audiolibro en Bajalibros.
Comprendiendo el enojo acumulado
En esta entrega titulada ¿Qué hago con la ira?, Gilges explora la complejidad del enojo, una emoción que a menudo se malinterpreta. Según ella, “la ira o el enojo son emociones tardías”; esto significa que cuando experimentamos ira, hemos acumulado una serie de frustraciones que no se expresaron a tiempo. Ella utiliza la metáfora de un globo inflándose para describir cómo estas tensiones se acumulan hasta que finalmente estallan.
“Sentir enojo no es negativo, ni tampoco su expresión. Lo crucial es entender por qué lo sentimos”, explica la coach, subrayando que el secreto reside en la manera de lidiar con lo que nos sucede.
Ilustrando la frustración diaria
Para ilustrar el mecanismo de la ira, Gilges presenta una escena cotidiana: alguien que se levanta tarde, derrama café, se viste rápidamente y enfrenta un tráfico complicado, solo para ser chocado por un desconocido. En ese instante, la acumulación de pequeñas frustraciones lleva a la explosión emocional. “Esa persona te hace estallar en mil pedacitos, y estallás con ella”, dice Gilges. Sin embargo, es el cúmulo de situaciones previas lo que realmente desata la furia.
La coach plantea una pregunta fundamental: “¿Qué hubiera pasado si ese mismo día hubiera comenzado con buenas noticias?” Un reconocimiento laboral o una conversación amistosa podrían haber cambiado por completo la reacción emocional, al no tener ese globo tan lleno.
La importancia de comunicarse a tiempo
Gilges enfatiza el valor de expresarse oportunamente. “Aprender a decir las cosas a tiempo es fundamental.” No se trata de prevenir el enojo, sino de liberarlo antes de que se convierta en una explosión. Para ella, “cuando algo estalla, salpica para todos lados”, mientras que al drenar la emoción conscientemente, “yo elijo hacia dónde dirigir el exceso”.
Herramientas para gestionar el enojo
En el episodio, Gilges ofrece varias herramientas para enfrentar la ira de manera constructiva. La primera es caminar: moverse físicamente ayuda a distanciarse de la fuente del enojo. La segunda herramienta es la respiración consciente, que permite oxigenar el cerebro y ver las cosas con más claridad. “Ese momento entre la emoción y la reacción es crucial”, afirma.
Por último, recomienda rodearse de personas que puedan ofrecer apoyo emocional, como un chiste o un abrazo, cuando el enojo comienza a escalar.
La ira desde la perspectiva del otro
El episodio también anima a abordar el enojo de los demás con empatía. Gilges advierte que las palabras pronunciadas en un ataque de ira no representan creencias reales, y escuchar desde esa comprensión puede evitar que se intensifique el conflicto.
Reconocer cuando alguien está dominado por su emoción ayuda a evitar respuestas reactivas, previniendo así más problemas.
Reflexiones finales
En la parte final, Gilges destaca que si experimentamos ira frecuentemente, podríamos estar cargando con acumulaciones emocionales de años. La clave es descomprimir, pero con conciencia: “Eso es lo que significa ser adultos”. La grabación concluye con un mensaje esperanzador: entender la ira no como un enemigo, sino como un mensaje que nuestro cuerpo envía cuando algo está fuera de equilibrio.
Disponibilidad del audiolibro
Este episodio es parte del ciclo Tu experiencia de coaching, donde Gilges aborda diversas emociones y retos de la vida diaria. Ahora, la serie se presenta como un audiolibro gratuito en Bajalibros, ofreciendo así una herramienta accesible para reflexionar sobre el bienestar emocional.
Gilges concluye invitando a los oyentes a reconocer la ira y a procesarla de manera saludable: “La próxima vez que te pase, acordate de mí. Comprende lo que está sucediendo y libera lo que llevas acumulando.” Así, el pódcast se convierte en una pausa necesaria, recordando que gestionar la ira implica aprender a comprenderla.