Declaraciones impactantes de una madre en el caso del triple crimen
Antes de iniciar su declaración testimonial, Sabrina Mara del Castillo, madre de Morena Verdi, una de las víctimas del brutal triple crimen en Florencio Varela, solicitó una custodia policial de índole federal para proteger su hogar y el de sus padres. En su relato, reveló las amenazas que ha estado recibiendo desde que fueron encontrados los cuerpos de su hija y de las otras dos jóvenes.
Identificación de individuos clave
Del Castillo mencionó a un individuo apodado Gordo Dylan como uno de los que, según un video presentado en el expediente, aparece caminando junto a Lara Gutiérrez, otra víctima del caso, y Pequeño J (cuyo nombre real es Tony Janzen Valverde Victoriano), presunto autor intelectual de los asesinatos, en la avenida Rivadavia en Flores, dos semanas antes de los crímenes.
Asimismo, relató que Lara, quien tenía 15 años, había «dormido» a un narco para que su expareja le robara drogas. Según la madre, esta idea se originó cuando Lara compartió que un cliente estaba involucrado en el tráfico de estupefacientes, lo que llevó a su novio a pedirle que facilitara el robo, similar a las acciones de las llamadas «viudas negras».
Detalles del testimonio
Del Castillo, de 43 años, declaró como testigo ante el fiscal de La Matanza, Adrián Arribas, quien lidera la investigación del caso. Relató cómo decidió solicitar la presencia de la policía ante las numerosas amenazas que ha recibido y comenzó a recordar los eventos de la noche en que desaparecieron su hija y las otras dos chicas, el 19 de septiembre, así como la posterior denuncia que hizo en una comisaría bonaerense, donde al parecer no le tomaron la denuncia al principio.
El contexto de la desaparición
La madre de Morena se refirió a un video que fue divulgado recientemente, donde se observa a Lara en la avenida Rivadavia al 7100, caminando la noche del 6 de septiembre junto a otros tres individuos. Se había confirmado que uno de ellos era Pequeño J, y Del Castillo aseguró que otro era Gordo Dylan, y la tercera persona filmada era una amiga de su hija.
Además, abordó el contexto de las disputas por el tráfico de drogas en su zona, donde una banda conocida como «los bolivianos del 19» fue reemplazada por otra compuesta por peruanos, marcando el surgimiento de una nueva generación de narcotraficantes en el área.
Amenazas y narcotráfico
La madre afirmó haber recibido un mensaje de advertencia: «Si no paras, también irán por Hanna«. Esta amenaza se interpretó como un intento de intimidad hacia ella, en relación a su búsqueda de justicia por lo que le ocurrió a Morena. Del Castillo expresó su convicción de que se trató de un «narco femicidio» debido a la mutilación de los dedos de Lara, que consideró una modalidad común en casos de narcotráfico cuando se cruzan ciertas líneas.
En su declaración, repitió el apodo de un individuo mencionado previamente en el expediente: Loco David, una persona que supuestamente estuvo presente en la fiesta donde las tres víctimas fueron vistas por última vez y que se dice maneja el tráfico de drogas en Las Antenas y villa Palito en San Justo. Este apodo había sido asociado a Víctor Sotacuro Lázaro, un sospechoso arrestado por su posible participación en el crimen, quien durante su indagatoria declaró haber recogido a Loco David después de la desaparición de las víctimas.