Condena al masajista
Un tribunal ha condenado a Walter Barrientos García, un masajista de 60 años, a 15 años de prisión por prostituir a una adolescente a quien captó mediante una falsa oferta de trabajo. La condena se basa en los testimonios de la víctima, quien, para proteger su identidad, declaró durante el juicio a través de Zoom sin mostrar su imagen. «Me preguntó si sabía hacer masajes y él dijo que me enseñaba», narró la testigo, conocida como testigo C.
Detalles del abuso
La testigo relató que Barrientos abusó sexualmente de ella cuando tenía apenas 16 años y la obligó a ejercer la prostitución en un departamento en Recoleta que funcionaba como una “casa de masajes”. Durante tres meses, entre noviembre de 2012 y enero de 2013, la víctima fue coaccionada a ofrecer servicios sexuales en condiciones de explotación extrema. «Desde el primer momento sabía la edad que tenía y también que tenía un hijo», declaró la joven, que actualmente tiene 29 años.
El juicio y la sentencia
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°6 rechazó los argumentos de la defensa, que intentó plantear la prescripción del caso. Barrientos fue considerado responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado y promoción de la prostitución de una menor, agravada por el engaño. A pesar de que la fiscal general Gabriela Baigún había solicitado una condena aún más severa, el tribunal falló con una pena considerable. La fiscalía había calificado el caso como trata de personas menores de edad, pero el tribunal optó por otro enfoque en la sentencia.
Contexto de la denuncia
La investigación, que comenzó en 2021 tras una denuncia anónima, llevó a la intervención de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex). Durante el proceso judicial, se constató que en el mismo edificio donde operaba Barrientos, había al menos otras cuatro mujeres, de entre 20 y 30 años, que también estaban siendo explotadas sexualmente. La testigo C reveló que, en promedio, debía realizar tres “pases” diarios, de los cuales solo recibía 500 pesos por cada uno, frente a un total de 1200 pesos por el servicio.
La situación de la víctima
La víctima, que fue acompañada durante su declaración por una psicóloga, describió con detalles los abusos sufridos, enfatizando que Barrientos estaba plenamente consciente de su edad y de su situación vulnerable. «A mí me daba miedo que me quisiera dejar adentro», relató, refiriéndose a la falta de control que tenía sobre su propia libertad en ese contexto de explotación.
