Características y Origen del Romero
El romero es una planta ampliamente cultivada en macetas, huertos y jardines. Este condimento mediterráneo se utiliza para sazonar muchos platos, además de ser apreciado por sus múltiples beneficios en la industria cosmética y farmacéutica. Sin embargo, su mayor notoriedad se encuentra en la medicina popular, donde es valorado por su capacidad para equilibrar el estado de ánimo, mejorar la memoria, disminuir los dolores de cabeza e inducir el sueño, entre otras funciones.
Conocida científicamente como Rosmarinus officinalis L., esta planta perenne pertenece a la familia Lamiaceae, la misma de otras especies como la menta, el tomillo y la salvia. Originaria de la región del Mediterráneo y el Cáucaso, se adapta a diversos tipos de suelos y tiene un aspecto arbustivo. Antiguamente, los romanos la ofrecían a los dioses por sus efectos calmantes, y muchas leyendas sugieren que los griegos la consumían antes de exámenes para mejorar su memoria.
Propiedades y Beneficios médicamente probados
Esta planta contiene un alto número de compuestos bioactivos que benefician al cuerpo de manera significativa. El Dr. Raúl Murray, médico especializado en Nutrición y expresidente de la Sociedad Argentina de Médicos Nutricionistas (SAMENUT), subraya que el romero es rico en polifenoles como los ácidos rosmarínico, carnósico y ursólico, los cuales poseen funciones antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras.
“El romero también contiene aceites esenciales como el 1,8-cineol, α-pineno, alcanfor y borneol que aportan beneficios respiratorios, antimicrobianos y cognitivos”, agrega el Dr. Murray. Estas propiedades explican su uso en la gastronomía, la fitoterapia, la aromaterapia y en formulaciones para el alivio del dolor muscular o problemas de circulación. Autores de la Antigua Grecia, como Hipócrates, ya mencionaban sus usos medicinales.
Estudios Recientes sobre el Romero
Un estudio titulado “Efectos terapéuticos del romero y sus componentes activos sobre los trastornos del sistema nervioso” revela el impacto positivo del romero en el sistema neuronal y la memoria. Además, la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. ha documentado su uso desde tiempos antiguos para tratar insomnio, trastornos emocionales y depresión.
Respecto a la salud cardiovascular, aunque los datos son limitados, son significativos. El Dr. Murray menciona que algunos ensayos clínicos han observado mejoras en los niveles de lípidos y glucemia en diabéticos tras realizar una suplementación de 3 gramos de romero al día. Otro estudio reciente señaló que aquellos que consumieron una infusión diaria de romero durante 45 días experimentaron una reducción en la presión arterial en pacientes hipertensos. La Cooperativa Científica Europea de Fitoterapia (ESCOP) también indica que el romero puede ser beneficioso en casos de trastornos reumáticos, articulares y en problemas de circulación periférica.
Asimismo, el Dr. Murray agrega que sus compuestos pueden ayudar a aliviar malestares gastrointestinales leves.
Métodos de Consumo del Romero
El romero puede consumirse de diversas maneras: en infusiones o tisanas, como condimento en platos utilizando sus hojas frescas o secas, a través de su aceite esencial en difusores o diluido, y mediante suplementos en cápsulas o extractos. Según el Dr. Murray, las hojas frescas son más accesibles en verdulerías, mientras que el romero seco se puede encontrar en dietéticas.
En cuanto a las dosis, se recomienda no sobrepasar los 4 gramos diarios de romero seco como condimento. Las hojas frescas pueden consumirse entre 3 y 12 gramos al día y la infusión no debe exceder las 2 tazas diarias. Es crucial destacar que el aceite esencial de romero no es apto para el consumo alimentario”, concluye.
