La experiencia de dejar las inyecciones para bajar de peso
Tanya Hall ha intentado en varias ocasiones suspender las inyecciones que favorecen la pérdida de peso, pero cada vez que lo hace, siente que el deseo de comer regresa con intensidad. «Es como un interruptor que se activa y de inmediato estás muerto de hambre», señaló.
Las inyecciones de GLP-1 han ofrecido a muchas personas resultados que las dietas tradicionales no lograron. Estos medicamentos mitigan el impulso constante de comer, incluso cuando el estómago está lleno. Para quienes nunca pensaron que podrían bajar de peso, estos tratamientos les han proporcionado una nueva figura, una nueva perspectiva y, en muchos casos, una vida transformada.
Sin embargo, la pregunta persiste: ¿se puede usar este tipo de medicación indefinidamente? La respuesta no es clara, ya que se trata de medicamentos nuevos que imitan una hormona natural que regula el hambre, y los efectos secundarios de su uso a largo plazo aún están en estudio.
En el Reino Unido, alrededor de 1.5 millones de personas optan por adquirir estas inyecciones de forma privada, un tratamiento costoso que dificulta su uso prolongado. Pero, ¿qué ocurre cuando se deciden a dejar las inyecciones?
Testimonios de quienes dejaron las inyecciones
Dos mujeres con historias distintas, pero con el mismo objetivo de perder peso y mantenerlo, comparten sus experiencias.
- Tanya, gerente de ventas en una empresa de fitness, comenzó el tratamiento con la inyección Wegovy al sentirse insegura por su sobrepeso. A pesar de haber perdido cerca de 38 kg, sus intentos de dejar la inyección resultaron en un aumento significativo de su apetito.
- Ellen Ogley se encontró en un punto de inflexión crítico por su sobrepeso, llegando a firmar una exención de responsabilidad para una operación importante. Comenzó a tomar Mounjaro, lo que le permitió rediseñar su relación con la comida y perder 22 kg.
Desafíos tras dejar el tratamiento
Ambas mujeres han enfrentado desafíos después de intentar dejar los medicamentos. Tanya reporta que su deseo por la comida se dispara tras dejar Wegovy, mientras que Ellen notó un aumento de peso tras finalizar el tratamiento con Mounjaro.
El doctor Hussain Al-Zubaidi, un médico de cabecera especializado en estilo de vida, señala que aquellos que dejan los medicamentos pueden experimentar un retorno a sus hábitos alimenticios anteriores. La evidencia sugiere que entre el 60% y el 80% del peso perdido puede recuperarse entre uno y tres años después de dejar el tratamiento.
Apoyo y modificaciones en la vida
La organización de salud en el Reino Unido, Nice, recomienda al menos un año de asesoramiento continuo tras finalizar el tratamiento para ayudar a mantener el peso y la salud. Sin embargo, Tanya y Ellen, que pagan por sus tratamientos de forma privada, encuentran que este tipo de apoyo no siempre está disponible.
Tanya ha logrado estabilizar su peso, pero su temor a recuperarlo la mantiene atenta al uso de la inyección. Por su lado, Ellen ha logrado perder más de 51 kg y desea demostrar que la vida post-Mounjaro es posible y sostenible.
La empresa detrás de Mounjaro, Eli Lilly, asegura que prioriza la seguridad del paciente, manteniéndose activa en la vigilancia y presentación de informes a los organismos reguladores.