Declaraciones sobre el principal sospechoso
La perfiladora criminal Constanza Lamarque analizó la situación de “Pequeño J.”, el principal sospechoso implicado en el triple crimen de Florencio Varela, donde fueron asesinadas Brenda del Castillo, Morena Verri y Lara Gutiérrez. Lamarque indicó que “Pequeño J.” es igual de descartable que sus propias víctimas, reforzando la idea de que los miembros de esta banda criminal son tratados como ejecutores desechables.
Características del grupo criminal
Lamarque destacó que el modus operandi sugiere que estos crimes están relacionados con una banda narco emergente. Según sus palabras, “En las bandas narco, sus integrantes emergen desde muy pequeños”, con un promedio de inicio en sus actividades delictivas a los siete años. Esto llevaría a pensar que “Pequeño J.”, con tan solo 20 años, haya tenido una rápida escalada en este ámbito.
La seducción del crimen
Durante su exposición, Lamarque explicó cómo los jóvenes son atraídos al crimen: “A las chicas las seducen con el glamour y dinero fácil, y a los hombres, tentándolos con un sentido de pertenencia y protección”. Además, añadió que “Pequeño J.” muestra un cierto carisma, haciendo creer a su entorno que se puede alcanzar un estilo de vida que incluya dinero, armas y mujeres a tan temprana edad.
Insuficiencia profesional en el crimen
A pesar de la imagen que proyecta, Lamarque señaló que “Pequeño J.” carece de la preparación necesaria para llevar a cabo crímenes de forma eficiente. Afirmó que “los sicarios profesionales mantienen siempre el mismo modus operandi” para asegurar resultados, mientras que el triple crimen de Florencio Varela presentó una variedad de métodos de asesinato que demostraron un ensañamiento selectivo y un descarte torpe de los cuerpos.
La formación de criminales
En cuanto a la formación de individuos con estos perfiles criminales, Lamarque comentó que algunos son entrenados gradualmente para pasar por un proceso de desensibilización, empezando de forma leve hasta llegar a actos más graves. Concluyó que “siempre hay que ajustar los cabos sueltos” dentro de estas bandas, y que la forma en la que actuaron en este caso podría no haber sido del agrado de los jefes de la organización.
Elementos de prueba en el caso
El perito forense Fernando Cardini, en una reciente entrevista, destacó que existen numerosas evidencias para resolver el caso, incluyendo huellas dactilares, ADN, golpes en los cuerpos y vehículos implicados. Destacó que “en la violencia hay muchísimos indicios”.
Importancia del video
Cardini también enfatizó que demostrar la existencia de un video del crimen sería crucial para el avance de la investigación, permitiendo un vínculo entre la escena del crimen y un entorno virtual, lo cual implicaría un avance significativo en el caso. “Si ese video existe, tarde o temprano va a aparecer”, concluyó el perito forense.