Un reflejo contemporáneo
La directora de escena Bárbara Lluch afirma que la obra Salomé de Richard Strauss es tan impactante que «podría haber sido escrita hoy». Lluch se prepara para estrenar esta ópera en un acto basada en el texto de Oscar Wilde en el Teatro Colón. La obra presenta aspectos políticos relevantes que se asemejan a los conflictos actuales en varias partes del mundo.
Trayectoria de Bárbara Lluch
A pesar de su juventud, Lluch ha construido una carrera notable. Con una experiencia previa como actriz en el cine español, trabajó durante diez años en Londres con reconocidos directores como Bob Wilson, David McVicar y Romeo Castellucci. Su inicio en la dirección de ópera fue con Le cinesi de Manuel García. Posteriormente, recibió aclamación por sus producciones de La casa de Bernarda Alba y La sonámbula, entre otras.
La producción de ‘Salomé’
Este montaje se realizará con dos elencos y la dirección musical de Philippe Auguin, al frente de la Orquesta Estable. Los roles principales serán interpretados por:
- Ricarda Merbeth y Carla Filipcic Holm como Salomé
- Norbert Ernst y José Ansaldi como Herodes
- Nancy Fabiola Herrera y Adriana Mastrángelo como Herodías
- Egils Siliš y Hernán Iturralde como el Bautista Jokanaan
La obra se presentará nuevamente mañana, el viernes, y el domingo, además de una función el martes 4 de noviembre.
Diálogo sobre la producción
Durante una pausa en los ensayos, Lluch compartió sus reflexiones sobre la escenografía de Daniel Bianco, un anillo en forma de caracol, que simboliza un profundo pozo en el centro de la escena. «Representa la cloaca, la corrupción del poder, evocando también elementos de la obra de Dante«.
Una interpretación novedosa
Esta es la primera vez que Lluch dirige Salomé. Aunque había trabajado en una reposición de David McVicar, ahora se centra en ofrecer su propio enfoque, explorando el matiz psicológico del personaje principal. «El público argentino tiene un gran interés en el psicoanálisis», menciona, refiriéndose a la compleja relación entre Salomé, Herodes y Herodías. «¿Qué la llevó a desear la cabeza de un hombre? Es una cuestión que involucra su infancia y experiencias traumáticas».
Lluch destaca que las víctimas pueden convertirse en victimarios, un tema recurrente en la obra de Wilde y que resuena con problemas actuales de abuso y complicidad. Ella enfatiza la necesidad de presentar a Salomé no solo como un objeto sexual, sino como una niña que busca confrontar su oscuro pasado.
Perspectivas sobre la censura y la política
La directora subraya que la obra posee una relevancia política intensa, haciendo eco de la intolerancia y la censura contemporáneas: «Siento que no puedo expresar completamente mis pensamientos por miedo a las represalias». Lluch pone de relieve un retroceso cultural alarmante respecto a temas de educación, salud y derechos humanos.
El fascismo en la ópera
La representación de Salomé se ambientará en un contexto de fascismo europeo, aunque no se especifica un país en particular. Lluch finaliza diciendo que cada espectador podrá interpretar la obra a través de su propia experiencia personal, planteando preguntas sobre la interpretación de la complicidad y la moralidad en situaciones extremas.
Próximos proyectos
Lluch también anunció que dirigirá La Bohème y Tristán e Isolda en el futuro cercano, lo que promete ser un desafío creativo significativo en su carrera en el mundo de la ópera.
