Revalorizando las cáscaras de naranja
Al pelar una naranja, muchas veces desechamos las cáscaras sin considerar que pueden ser útiles. Este simple desecho puede transformarse en un recurso natural, aromático y lleno de ventajas para el hogar. Una práctica tradicional que se ha transmitido entre generaciones es la de quemar las cáscaras de naranja, un truco casero que no solo perfuma el entorno, sino que también purifica el aire y genera una sensación de bienestar.
Motivos para quemar las cáscaras de naranja
Al ser quemadas, las cáscaras emiten un intenso aroma cítrico que contrarresta olores desagradables como los de la comida, el tabaco o la humedad. Además, representan una opción natural, económica y ecológica en comparación con los ambientadores artificiales que a menudo contienen químicos y fragancias sintéticas.
Utilidades de las cáscaras de naranja quemadas
- Aromatizar el ambiente: El humo que emana actúa como un desodorante natural, perfecto para erradicar malos olores en la cocina o el baño.
- Relajar el espacio: El aroma cítrico tiene un efecto calmante, lo que contribuye a reducir el estrés y proporciona una sensación de frescura.
- Purificar el aire: Los aceites naturales de la naranja que se liberan purifican y renuevan el aire.
- Repeler insectos: Se dice que el humo y el olor de las cáscaras quemadas ayudan a mantener alejados a mosquitos y moscas.
Cómo realizarlo en casa
- Deja secar las cáscaras de naranja al sol o sobre una fuente de calor durante varias horas.
- Colócalas en una superficie segura o en un recipiente metálico resistente.
- Enciéndelas con precaución y permite que el humo se disipe por el ambiente.
- Apaga la llama cuando las cáscaras empiecen a liberar su aroma característico.
