Home Sociedad Carlo Acutis: el primer santo digital de la Iglesia Católica y los milagros que lo llevaron a la canonización

Carlo Acutis: el primer santo digital de la Iglesia Católica y los milagros que lo llevaron a la canonización

Carlo Acutis: el primer santo digital de la Iglesia Católica y los milagros que lo llevaron a la canonización

Carlo Acutis, el nuevo santo de la era digital

Carlo Acutis ha sido oficialmente canonizado en una emotiva ceremonia llevada a cabo en la Plaza de San Pedro, a la que asistieron miles de fieles. Este joven, quien falleció a los 15 años en 2006, se ha convertido en el primer referente de la fe católica nacido y criado en la era de internet. La canonización fue autorizada por el Papa Francisco en 2024, tras ser confirmados dos milagros atribuidos a su intercesión.

Los milagros de Carlo Acutis

El primer milagro reconocido tuvo lugar en 2013 en Campo Grande, Brasil, donde un niño de siete años que padecía un grave problema pancreático sin tratamiento efectivo conocido, experimentó una recuperación inexplicable después de haber tocado un trozo de camiseta que había pertenecido a Acutis. Este hecho fue fundamental para su beatificación en 2020.

El segundo milagro, respaldado por estudios médicos, ocurrió en mayo de 2025 en Costa Rica, cuando Valeria Valverde, una estudiante de 21 años, sufrió un severo trauma cerebral tras un accidente en bicicleta. Su madre, en un viaje a Asís donde reposan los restos de Acutis, suplicó por su recuperación. En una sorprendente vuelta a la normalidad, Valeria logró hablar, caminar y reintegrarse a su vida académica, todo sin secuelas.

El impacto de Acutis en la juventud

Ambos milagros fueron objeto de estudios exhaustivos durante años, y los comités médicos y teológicos de la Santa Sede determinaron que no había explicaciones científicas suficientes, lo que llevó a clasificarlos como milagros atribuidos a la intervención del joven. Estas sanaciones facilitaron que el Vaticano llevara a cabo su canonización.

Los restos de Carlo Acutis, que han sido cuidadosamente preservados para su exhibición, se encuentran en el Santuario de la Expoliación en Asís, atrayendo cada año a miles de peregrinos. Su figura ha generado una conexión especial con los jóvenes, que lo ven como alguien cercano, un interlocutor que habla su mismo lenguaje: el de la tecnología.