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China intenta regular el sector de vehículos eléctricos ante la creciente competencia

China intenta regular el sector de vehículos eléctricos ante la creciente competencia

Un auge en los vehículos eléctricos en China

China se está posicionando como un líder mundial en la fabricación de vehículos eléctricos, superando a otros países tanto en volumen de producción como en innovación. La demanda de automóviles tradicionales de combustión interna parece decrecer semana tras semana, mientras que, en los últimos cinco meses, más de la mitad de las ventas totales corresponden a automóviles eléctricos y modelos híbridos.

La feroz competencia del sector

No obstante, al profundizar en la situación de la industria, el cuadro se torna complicado. La competencia entre los fabricantes de automóviles se ha intensificado hasta alcanzar un punto crítico, con aproximadamente 50 empresas compitiendo por la atención de los consumidores y reduciendo precios de manera constante. Como resultado, muchas están enfrentando pérdidas significativas, lo que dificulta el pago a sus proveedores de piezas. A pesar de este contexto, las empresas continúan buscando financiamiento a través de préstamos estatales para expandir su capacidad de producción, generando un exceso de capacidad preocupante.

Intervención del Gobierno

Este panorama ha llamado la atención de los altos funcionarios del gobierno chino. Recientemente, se lanzó una campaña para mitigar lo que describen como «involución», caracterizada por la competencia excesiva que afecta al sector. En una reunión del Politburó llevada a cabo el 30 de julio, el presidente Xi Jinping advirtió: «Es imprescindible reforzar la autodisciplina de la industria para evitar una competencia feroz de ‘involución'».

Resultados dispares en la implementación normativa

Los esfuerzos para atajar el problema han logrado resultados dispares. En junio, el gobierno logró que 17 fabricantes se comprometieran a pagar a sus proveedores dentro de un período de 60 días tras recibir las piezas. Sin embargo, un informe del gobierno del 11 de agosto reveló que solo tres de estas empresas, todas de propiedad estatal parcial o total, habían implementado procedimientos de pago puntuales.

Problemas para los grandes fabricantes

Aún el gigante BYD, el mayor productor de vehículos eléctricos del mundo, enfrenta desafíos. Informó que sus ingresos cayeron casi un tercio este año en comparación con el anterior, debido a la presión de la competencia en precios.

La resistencia a la desaceleración de inversiones

A pesar de los intentos de desacelerar la inversión en el sector automotriz, el crecimiento se mantiene: en los primeros siete meses de este año, las inversiones industriales aumentaron un 21,7% en comparación con el mismo período del año anterior, marcando así el cuarto año consecutivo de incremento significativo.

La relación entre demanda y oferta

A medida que los fabricantes de automóviles buscan dominar el mercado, el exceso de capacidad persiste como un problema más amplio en la economía china. La inversión impulsada por deuda provoca la creación de un número excesivo de empresas que compiten por un mercado limitado.

La «involución» en el sector automotriz refleja los costos de la estrategia china de crecimiento basada en la inversión. Por ejemplo, incluso una ligera desaceleración en el ritmo de inversión en equipamiento ha repercutido negativamente en el desempeño total de la economía.

La carrera por dominar el mercado

El mercado de vehículos eléctricos se asemeja al de otros productos electrónicos como teléfonos móviles: mayores volúmenes de producción reducen el costo de fabricación. Los fabricantes constantemente se embarcan en la construcción de fábricas más grandes para ganar participación de mercado, aunque esto lleve a la reducción de precios en los vehículos eléctricos.

«Esta es una carrera por dominar, no por ser rentables», señala Bill Russo, CEO de Automobility, una consultora especializada en el sector automotriz eléctrico ubicada en Shanghái.

Desafíos futuros para los fabricantes eléctricos

Según estimaciones de AlixPartners, el año pasado existieron 129 marcas en China vendiendo vehículos eléctricos en su mayoría, pero solo 15 de ellas serán financieramente viables en 2030. Eso no significa que más empresas no logren permanecer en el mercado, aunque dependerán de inversiones sustanciales para su supervivencia.

Más actores en el sector

En la lista de principales fabricantes de vehículos eléctricos, BYD lidera junto a Grupo Geely y su marcas como Zeekr y Polestar, mientras que Tesla sigue perdiendo terreno, aunque se mantiene como una marca reconocida. Recientemente, la compañía de electrónica Xiaomi incursionó en el sector con su modelo SU7, que ha tenido un desempeño de ventas sobresaliente.

A pesar de su notable presencia, cuatro fabricantes estatales, incluyendo Grupo FAW y Dongfeng Motor, no lideran el mercado. Mientras que son fuertes en motores de combustión, son considerados débiles en el ámbito de los coches eléctricos.

Preocupaciones económicas y de empleo

Las autoridades chinas enfrentan el desafío de manejar la sobrecapacidad de la industria, especialmente porque los fabricantes estatales no están dispuestos a disminuir su tamaño a pesar del crecimiento de los fabricantes privados. Este dilema se complica por la sensibilidad política en torno al cierre de fábricas y la consecuente pérdida de empleos, particularmente en un sector tan prominente como el automotriz.

La inquietud persiste sobre la exposición potencial de los bancos a grandes pérdidas si los fabricantes y sus proveedores no logran cumplir con sus obligaciones. Como importantes empleadores, los fabricantes de automóviles poseen la capacidad de asegurarse financiamiento continuado, y los bancos se encuentran presionados a otorgar préstamos bajo regulaciones que favorecen tecnologías limpias.

Consecuencias del exceso de oferta

La industria se enfrenta a un desbordamiento en las concesionarias debido al exceso de oferta, lo que lleva a los concesionarios a vender vehículos a precios por debajo de sus costos, perjudicando la credibilidad y sostenibilidad del sector.

Debido a la demanda, los fabricantes han comenzado a exportar una parte considerable de su producción, convirtiéndose en potencia global a costa de las industrias automotrices en otros países, lo que desata reacciones comerciales adversas en Occidente.

El papel de los ingenieros

Un factor que impulsa la revolución de los eléctricos en China es la gran cantidad de ingenieros mecánicos que se gradúan anualmente, alcanzando proporciones diez veces mayores que en Estados Unidos. Con dos tercios de la juventud china accediendo a educación superior, la industria automotriz está absorbiendo esta fuerza laboral en crecimiento.

Por ejemplo, BYD emplea a 120.000 ingenieros, comparable a toda la plantilla de Tesla. A pesar de ser más jóvenes, estos ingenieros perciben menores salarios, lo que permite mantener costos bajos en el sector.

Innovación frente a la competencia

El resultado del ingenio, financiamiento estatal y competencia intensa ha dado lugar a una acelerada innovación. Proyectos como el Fangchengbao Bao 8 de BYD, que integra un dron capaz de despegar desde el techo, resaltan este avance. Asimismo, el Yangwang U9, un vehículo deportivo de lujo, incluye funciones de entretenimiento novedosas.

Con estas características, el crecimiento de BYD y Geely pone presión sobre Tesla, que enfrenta dificultades ante modelos que se consideran obsoletos. La conocida marca ha tenido que recortar precios recientemente en sus vehículos, mientras que se ve incapaz de lanzar un sedán accesible, especialmente después de centrarse en su Cybertruck, que aún no está disponible en el mercado chino. «Las ventas interanuales de Tesla han disminuido desde 2024 y la situación no es favorable para su negocio global», concluye Russo.