Controversia tras el cambio de nombre del Centro Kennedy
Chuck Redd, un reconocido músico de jazz de 67 años, estaba programado para llevar a cabo su tradicional concierto de Navidad en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas, actividad que ha sostenido durante 20 años. Sin embargo, sus planes cambiaron el 18 de diciembre cuando el centro fue renombrado oficialmente como Centro Donald J. Trump y John F. Kennedy para las Artes Escénicas.
La reacción de Redd y la demanda en curso
Ante esta polémica decisión, Redd optó por cancelar su concierto, lo que provocó una pronta respuesta por parte de las autoridades del centro. Richard Grenell, director del Centro Kennedy, envió una carta a Redd anunciando una demanda por un millón de dólares como consecuencia de su retirada. En la carta, Grenell afirmó que «su decisión de retirarse en el último momento, explícitamente en respuesta al reciente cambio de nombre del Centro, es una intolerancia clásica y muy costosa para una institución artística sin fines de lucro».
- La carta advierte que se solicitarán daños y perjuicios por la cancelación.
- Redd había estado presentando este concierto desde 2006, convirtiéndose en una tradición en el Kennedy.
Orígenes del Centro y la controversia actual
En su creación, el Centro Kennedy fue concebido como un monumento viviente al presidente asesinado John F. Kennedy, después de su muerte en 1963. La decisión de renombrar el edificio para incluir a Trump fue adoptada en medio de un ambiente cargado de controversia, planteando preguntas sobre la legitimidad de dicha modificación y la autoridad de las autoridades del centro para realizar este cambio.
Grenell, nombrado por Trump, ha sido una figura controversial, habiendo ocupado anteriormente varios roles importantes como embajador de Estados Unidos en Alemania y Director de Inteligencia Nacional. En su defensa de la decisión, acusó a Redd de involucrarse en «tristes tácticas de intimidación empleadas por ciertos elementos de la izquierda». Además, la representante demócrata de Ohio, Joyce Beatty, ha presentado una demanda reclamando que cualquier cambio de nombre debe ser autorizado por el Congreso.