Home Economía Cierre de la reducción de retenciones: el sector agrícola muestra descontento y preocupación por el futuro del precio de la soja

Cierre de la reducción de retenciones: el sector agrícola muestra descontento y preocupación por el futuro del precio de la soja

Cierre de la reducción de retenciones: el sector agrícola muestra descontento y preocupación por el futuro del precio de la soja

Cierre de la reducción de retenciones y sus impactos

El alivio fiscal que permitió un periodo de retenciones cero para los granos estuvo vigente por un breve lapso de tres días. Sin embargo, fue suficiente para provocar un agitado movimiento en los mercados y convertirse en el tema central de la agenda política y económica de la semana. La declaración de Juan Pazo, Director de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), sobre la finalización de este beneficio tras alcanzar el límite de u$s7000 millones en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE), cerró este capítulo tan rápido como se inició.

Contrastes en la percepción del beneficio

Varios factores, tanto locales como internacionales, influyen en esta conclusión. Para el Gobierno, la medida logró su objetivo principal: acelerar el ingreso de divisas en un momento de alta incertidumbre cambiaria. Para el sector agroexportador, representó una oportunidad para asegurar ventas a precios excepcionales. No obstante, los productores se sienten decepcionados, ya que consideran que la duración de la ventana fue insuficiente y favoreció a un número limitado de actores.

Ariel Tejera, analista de Grassi S.A., mencionó que antes de formular cualquier análisis, es esencial recordar que “la retención es una carga muy injusta para el productor local y no debería existir”. Según él, “el efecto inmediato de la suspensión fue positivo para todos los involucrados”.

Implicaciones para el mercado

Tejera afirmó que “el Gobierno sacrificó recaudación fiscal para obtener un flujo rápido de dólares y tranquilizar el mercado en un contexto preelectoral volátil”. Destacó que cada vez que se reduce un impuesto, por más breve que sea, todos los que dependen de ese impuesto se benefician. La clave radica en la mejora instantánea de la capacidad de pago del sector exportador, quien podía ofrecer precios significativamente más altos a los productores.

Por su parte, Pablo Adreani, consultor y analista de mercados, subrayó la influencia de factores internacionales en la decisión de restablecer las retenciones. La presión del secretario de Estado estadounidense, Scott Bessent, fue crucial para condicionar un préstamo de u$s20.000 millones a Argentina a la eliminación de la suspensión temporal de las retenciones. Según Adreani, “la Asociación Americana de la Soja ejerció presión para que no se apoye a un país que compite exportando soja a China”.

El futuro del mercado de granos y las expectativas de los productores

Con el reinicio de las retenciones, el esquema de gravámenes ahora incluye un 26% para la soja, 24,5% para harina y aceite, y 9,5% para maíz y trigo. Esto implica que se ha perdido el diferencial de precios alcanzado, ya que “el valor de la soja había subido u$s60 con la retención cero, pero no veo que vuelva a recuperar ese nivel”.

Ahora, los productores deberán decidir si venden su mercancía a estos precios menos favorables o retienen con la esperanza de que la demanda de los exportadores empuje de nuevo los precios al alza. Miazzo, economista y director de Data Miazzo, mencionó que “el error del Gobierno fue no limitar las declaraciones a 180 días”, lo que ha generado incertidumbre en cuanto al precio que los productores recibirán por su soja.

Reflexiones finales sobre la política agroexportadora

A pesar de las tensiones y desafíos en el sector agropecuario, el Gobierno logró su objetivo de reforzar reservas y controlar el precio del dólar en un entorno electoral complicado. Sin embargo, esta experiencia tampoco ha cambiado la naturaleza del negocio agroexportador. Las políticas inconsistentes en el sector suelen servir como recordatorio de la fragilidad de la situación, sobre todo en el contexto de una rivalidad geopolítica evidente entre Estados Unidos y China. El desafío radica en cómo equilibrar las tensiones entre los intereses de los actores del mercado y las necesidades del Gobierno.