La oposición se une en torno a la desregulación del INV
La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (FOEVA) se ha sumado al creciente número de voces en contra de la desregulación de las funciones de control del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Esta resolución, que entrará en vigor el 1 de enero de 2025, ha generado un amplio debate en el sector, especialmente mientras la justicia deliberará sobre un recurso de amparo presentado por cuatro entidades que buscan detener su implementación.
Conflicto de intereses en la industria
El conflicto ha evidenciado una clara división entre Bodegas de Argentina, que representa a 250 bodegas del país y que se alinea con el Gobierno en favor de la desregulación para reducir costos, y otras entidades que han promovido acciones legales, como la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas y la Unión Vitivinícola Argentina.
La resolución modificó drásticamente el esquema de vigilancia del INV, eliminando controles en viñedos, cosechas y procesos de elaboración, limitando la auditoría obligatoria solo al vino embotellado. Según Daniel Romero, secretario de Prensa de FOEVA, este cambio compromete la trazabilidad del producto, lo que plantea dudas sobre las condiciones laborales y los estándares legales en todo el proceso productivo.
Repercusiones en el sector
FOEVA, en un comunicado, expresó que la flexibilización de los controles se traduce en un aumento de la informalidad, un debilitamiento de la fiscalización laboral y un posible impacto negativo en la calidad del vino argentino en el extranjero.
Asimismo, el gremio destacó la situación crítica de la vendimia, caracterizada por una caída en los rendimientos, la desaparición de pequeños productores, y el desafío de competencia con la uva importada. Para los trabajadores, el año 2025 se proyecta como uno de los más duros de la última década, disminuyendo las jornadas laborales y los ingresos.
Desafíos laborales y estructura del sector
La industria de bodegas también enfrenta importantes retrocesos. El consumo interno ha disminuido, y a pesar de los esfuerzos, empresas reconocidas como La Riojana, Norton y varias de San Juan han tenido que reducir personal o incluso cesar actividades. Este cambio no se debe solo a causas transitorias, sino también a transformaciones estructurales en el sector, especialmente debido a la adopción de nuevas tecnologías que requieren menos mano de obra.
En este contexto, la prioridad de FOEVA hacia 2026 incluye recuperar el salario real, asegurar la trazabilidad y proteger los empleos. La diversidad de cámaras empresariales ha dificultado avanzar de manera conjunta en soluciones, aunque se logró un acuerdo de aumento salarial en octubre.
A pesar de las adversidades, la Federación subrayó que se lograron mejoras institucionales importantes, como la ampliación de beneficios para los trabajadores y un incremento en las inspecciones.
