Un Análisis sobre la Urbanización de Villas
La politóloga y colaboradora en Infobae, María Migliore, se adentró en la discusión sobre la urbanización de las villas en Argentina, desafiando una serie de mitos que circulan en la sociedad sobre la vida, las oportunidades laborales y el acceso a derechos en estas comunidades. Según Migliore, “el principal desafío hoy es combatir el prejuicio y el sesgo. La mitad de las personas en villas quieren un trabajo en blanco, pero en su búsqueda laboral reciben un 63% menos de llamados, solo por su dirección”. Esta afirmación se realiza en el contexto de un informe especial que presentó tras recientes discusiones públicas y mediáticas.
Abordando el Debate desde la Información
Durante su participación en Infobae en Vivo, programa conducido por Gonzalo Sánchez, Maru Duffard, Ramón Indart y Federico Mayol, Migliore destacó los vacíos en la conversación social y mediática sobre la urbanización de villas y barrios populares. Propuso alejarse de los slogans políticos y centrarse en un análisis basado en datos, innovación e integración efectiva. “Los temas son más complejos de lo que permiten las redes. Hay que profundizar, promover consensos y dejar de disputar recortes que solo buscan confirmar nuestros propios sesgos”, advirtió.
Desmitificando la Imagen de las Villas
Migliore hizo hincapié en la necesidad de comprender que la urbanización no se limita a aspectos físicos como cemento y servicios, sino que implica un reconocimiento de derechos y acceso igualitario. Resaltó que uno de los mitos más comunes asocia villas y barrios populares con la marginalidad o la falta de esfuerzo: “El 70% de las personas de 18 a 64 años en estos barrios trabaja, pero el 70% de los que tienen empleo gana menos que el salario mínimo. Trabajan y son pobres; la precariedad laboral prevalece y se agrava por el estigma”.
- Migliore destacó que en la villa 31, un área representativa en la discusión de integración, funcionan casi 800 negocios activos.
- En esta villa, el 90% de las personas trabaja por cuenta propia, en condiciones informales.
Los datos recolectados en un experimento apoyado por el BID mostraron que al aplicar a empleos reales, las mujeres de la villa 31 recibieron considerablemente menos ofertas en comparación con aquellas de la Recoleta, solo por la ubicación de su residencia. “Eso demuestra el peso del sesgo y la discriminación por lugar de origen”, enfatizó.
Refutando Estrategias de Relocalización
Con respecto a la idea de relocalizar a todas las personas de las villas para abordar el problema de la vivienda, Migliore fue contundente: “Argentina ya probó ese camino y fracasó. En los 70 se relocalizaron alrededor de 200.000 personas; muchos terminaron en el conurbano en núcleos de pobreza aún más consolidados. Este método solo reproduce el problema.”
Además, argumentó que muchos barrios carecen de acceso a servicios esenciales: “El 92% de los barrios no tiene acceso formal al agua potable, el 98% no cuenta con gas natural y el 97% carece de red cloacal formal. ¿Qué van a pagar si no tienen servicios?” Señaló que la solución debe ser primero traer servicios y luego formalizar el cobro.
Avances Necesarios en la Villa 31
Durante la gestión de Larreta, se han hecho progresos en la red de agua de la villa 31, pero el desafío radica en finalizar esas obras y asegurar que los residentes puedan conectarse formalmente. Migliore también abordó la supuesta ilegalidad de la ocupación de tierras, mencionando que existen marcos legales que promueven la integración.
Construyendo un Futuro Sostenible
En conclusión, hizo un llamado para incluir en la discusión a actores que puedan aportar soluciones innovadoras: “Es fundamental pensar en nuevos mecanismos legales y de financiamiento para acelerar la entrega de títulos de propiedad.” Afirmó que no debe verse solo la creación de nuevas viviendas, sino la mejora de lo existente y la colaboración con el sector privado.
Al final, Migliore enfatizó que la urbanización no solo beneficia a quienes viven en las villas, sino también a las comunidades cercanas. “Cuando se urbaniza, todo el entorno mejora: sube el valor inmobiliario y disminuyen los conflictos”, concluyó.
A lo largo de su intervención, dejó claro que el crecimiento irregular solo se puede regular con el consenso vecinal y políticas sostenidas, destacando la importancia de la participación comunitaria y el control estatal en el proceso de integración.