Día Mundial del Accidente Cerebrovascular
El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), y con motivo de esta fecha, el cardiólogo Jorge Tartaglione visitó los estudios de LN+ para ofrecer información importante sobre esta grave enfermedad. Tartaglione enfatizó que «el tiempo es oro» en el manejo de un ACV, advirtiendo que «cuánto tardes en llamar al 107 puede determinar tu vida».
Estadísticas alarmantes
El especialista describió la magnitud del problema en Argentina, donde ocurre un ACV cada cuatro minutos, lo que suma un total aproximado de 130.000 ACVs anuales. Tartaglione especificó que «por cada minuto que pasa, se mueren dos millones de neuronas», lo que subraya la urgencia de una rápida intervención.
El papel de la genética
En cuanto a la influencia de la genética en los accidentes cerebrovasculares, el médico aclaró que, en la mayoría de los casos, esta tiene un peso menor: «un ACV es 25% tu genética y 75% tu estado de salud». La excepción a esta regla sería en casos de aneurimas, donde la herencia genética puede ser más relevante.
Consejos para la prevención
Para evitar un ACV, Tartaglione sugiere tres consejos clave:
- Actividad física: Mantenerse activo es esencial para la salud.
- Alimentación saludable: Consumir alimentos que sean reconocibles como naturales, tal como lo haría una persona de la generación anterior.
- Desarrollo del músculo social: Fomentar las relaciones sociales, dado que la soledad aumenta el riesgo de diversas enfermedades.
Señales de advertencia
En cuanto a los síntomas más comunes de un ACV, el cardiólogo destacó: pérdida de visión en un ojo, debilidad en un brazo, pérdida del habla y cambios en la comisura labial.
El ACV en jóvenes
Tartaglione también señaló una preocupación creciente: cada vez más jóvenes están sufriendo ACVs, lo que atribuye a la occidentalización de los estilos de vida y el consumo de sustancias como la cocaína.
Analizando el problema
Comparando el cerebro con una ciudad, el médico indicó que, al igual que las autopistas que pueden congestionarse, un ACV se da cuando hay un bloqueo (hemorrágico) o un colapso (isquémico), lo cual impide que la energía llegue a diferentes zonas del cerebro. «Esto no ocurre de la noche a la mañana, un ACV es el resultado de una serie de eventos a lo largo de la vida», concluyó Tartaglione.
