Home Sociedad El innovador enfoque de Dafne Schilling que fusiona baile, yoga y juego

El innovador enfoque de Dafne Schilling que fusiona baile, yoga y juego

El innovador enfoque de Dafne Schilling que fusiona baile, yoga y juego

La propuesta única de Dafne Schilling

Mantener la atención de cientos de personas al mismo tiempo no es tarea sencilla. Menos aún es fácil solicitarles que suelten el control y se entreguen a su desorden emocional. Sin embargo, Dafne Schilling, la mente detrás de Intención en Movimiento, logra este objetivo.

Durante el Bienestar Fest, un evento organizado por LA NACIÓN y OSDE y celebrado el primer fin de semana de noviembre en el Hipódromo de Palermo, una multitud se unió en una vibrante celebración de alegría, juego y respiración consciente. Schilling, vistiendo un conjunto de babuchas anchas y top deportivo azul cielo, subió al escenario con la confianza de quien claramente sabe lo que está por suceder.

Un ritual de conexión

Desde el momento en que comenzó a moverse, el público se impregnó con un profundo deseo de sentirse vivo. Su propuesta tiene el aire de un ritual contemporáneo: una ceremonia laica donde el cuerpo es altar y la energía se transforma en oración. Algunos participantes saltaban, otros cerraban los ojos, y muchos sonreían, todos inmersos en una experiencia transformadora. Tomás, un asesor de ventas de 31 años, se manifestó: “Estoy acostumbrado a entrenar, pero nunca hice algo así. Sentí músculos que no sabía que tenía.”

La escena se repetía alrededor: cuerpos sueltos, miradas brillantes, sudor sincero y sonrisas olvidadas en su propia autenticidad.

Entre la catarsis y el juego

El método de Schilling, una mezcla de baile, yoga, respiración y juego, trasciende un simple entrenamiento físico, convirtiéndose en un lenguaje expresivo que disipa defensas. Así, el pasto del hipódromo se transformó en pista de baile, sala de terapia, jardín infantil y una celebración colectiva, todo a la vez.

Las consignas eran sencillas: mover el cuerpo sin pensar y dejarse llevar por lo visceral. El resultado fue un torbellino sensorial. Schilling, con su voz firme y cariñosa, guiaba cada transición como quien abre un portal, acompañando con gritos liberadores que animaban a no abandonar el ritmo.

A diferencia de otras prácticas centradas en la forma o el rendimiento físico, Intención en Movimiento no busca resultados ni promete cambios estéticos. Su objetivo es otro: lograr un desbloqueo emocional a través del cuerpo y fomentar el empoderamiento desde lo sensorial.

“Fue como una limpieza. No solo física, sino interna”, compartió Camila, de 26 años, quien llegó sola y terminó intercambiando números con tres personas tras la actividad. Uno de los momentos más profundos fue el bloque de respiración consciente, donde la multitud se convirtió en una vibración unificada. Este instante de calma, en marcado contraste con la energía previa, se volvió un testimonio de lo que somos capaces de alcanzar al soltar el control.

Bailar como si nadie estuviera mirando… aunque todos estén presentes es la propuesta de Schilling, quien no solo guía cuerpos, sino que también los conmueve. En un mundo saturado de estímulos digitales y ruido exterior, ofrecer una experiencia que despierte lo genuino se convierte en una forma de militancia emocional.