Clausura de la visita del Papa a Turquía
El Papa León XIV concluyó su estancia en Turquía y se trasladó a Beirut, la capital del Líbano, un país marcado por la violencia y severos problemas económicos. La jornada de hoy estuvo dedicada a su tiempo en Estambul, donde fue honrado con un almuerzo ofrecido por el Patriarca Ortodoxo Bartolomé I.
Acuerdos y celebraciones.
Durante el almuerzo, el Papa y el Patriarca firmaron una declaración conjunta que destaca la importancia de la paz en Medio Oriente y celebra la amistad que existe entre la Iglesia Católica y los cristianos ortodoxos. Además, León XIV asistió a una misa en la Iglesia Patriarcal de San Jorge, donde recibió una bendición ecuménica final.
En la comida compartida, ambos líderes religiosos se comprometieron a dar “nuevos y valientes pasos en el camino hacia la unidad”. También realizaron celebraciones en conjunto y coincidieron en que continuarán trabajando para establecer una fecha común para la celebración de la Pascua, que actualmente se celebra en fechas diferentes por católicos y ortodoxos.
Impacto del viaje en las relaciones con Turquía
Este viaje marca al Papa como el quinto pontífice en visitar Turquía, un país que alberga a 86 millones de personas, de las cuales menos de cien mil son cristianos. La visita ha servido para fortalecer los lazos con Turquía y su presidente, Erdogan.
Antes de su partida, el Papa participó en la conmemoración de los 1.700 años del primer Concilio Ecuménico de la Iglesia, celebrado en Nicea, donde se aprobó el Credo que hoy recitan los cristianos. El avión del Papa despegó a las 14:45 hacia Beirut, marcando el inicio de la segunda etapa de su viaje apostólico, que se extenderá hasta el martes, día en que regresará a Roma.