Desafíos de la Transición Energética
La transición energética se ha convertido en un reto primordial en la actualidad, donde se busca modificar la forma de producir, distribuir y consumir energía, con el fin de disminuir las emisiones, proteger el medioambiente y garantizar un suministro de energía accesible para todos. En este marco, la organización Fundar a través de su plataforma ArgenData, ha presentado un informe que no solo expone cifras relevantes, sino que también señala el rumbo que debería tomar Argentina en los próximos años.
Estructura de la Matriz Energética
En la matriz energética primaria de Argentina, que incluye todas las fuentes de energía antes de su transformación, persiste una fuerte dependencia de los combustibles fósiles. En 2024, se espera que el 82,6% de la energía provenga de fuentes como el gas natural (46,8%), el petróleo (34,8%) y el carbón (1%). Aunque esta situación es más favorable en comparación con otros países que dependen en gran medida del carbón, refleja que solo un 17,4% de energía proviene de fuentes consideradas «limpias». De esta porción, la energía nuclear representa el 2,6% y la electricidad hidroeléctrica aporta 7,4%, mientras que las energías renovables no convencionales (solar, eólica, bioenergía) apenas alcanzan un 6,5%.
Comparativa Regional y Diagnóstico Local
Al evaluar la situación energética en un contexto regional, Elisabeth Möhle, investigadora del informe, destacó que Argentina posee «una matriz energética más limpia que la media global», gracias a su baja participación del carbón y a una notable presencia de la energía hidroeléctrica. Durante el panel de cierre del evento de Ámbito Debate sobre Desarrollo Sostenible, Möhle resaltó: «A pesar de contar con un aporte de emisiones relativamente bajo y un avance significativo en el proceso de transición, aún queda mucho por hacer en Argentina. Solo un 40% de nuestra matriz está compuesta por energías limpias, y es imprescindible avanzar más en esa dirección».
Reacción del Gobierno y Desafíos Institucionales
Sobre el papel del Gobierno nacional, la especialista opina que este sigue de manera reactiva la agenda energética, muy influenciado por decisiones internacionales. A pesar de que el Gobierno está trabajando en lineamientos ambientales, la institucionalidad relacionada con el clima ha disminuido, limitando la capacidad del Estado para impulsar una agenda relevante para el sector, lo cual es crítico dada la dependencia del país del sector agrícola.
Progreso de Energías Limpias en Argentina
El informe también dedica un capítulo a las energías limpias, señalando que Argentina dispone de un camino relevante por recorrer. En 2024, la energía hidroeléctrica, la mayor fuente limpia, generó 72 TWh, lo cual representa un 7,4% de la matriz primaria, superando ligeramente el promedio mundial de 6,2%. En el caso de la energía eólica, su participación llegó al 4%, levemente por encima del promedio global de 3,5%. Contrariamente, el aporte de la energía solar sigue siendo modesto, alcanzando solo un 1%, frente a una media global de 2,9%. En términos de bioenergía, los biocombustibles generaron 14,6 TWh, que representan el 1,5% del total en Argentina, superando al promedio mundial que es del 0,8%.
Matiz de la Matriz Eléctrica
Al referirse a la matriz eléctrica, en 2022, Argentina mostró que la electricidad constituía el 19% de su matriz energética total, muy cerca del promedio mundial del 20%. Desde 1990, su producción de electricidad se ha triplicado, en gran medida gracias al gas natural que ha aumentado su participación en la matriz eléctrica del 39% al 47%.
A pesar de que el 38,9% de la matriz eléctrica argentina corresponde a energías limpias, cifra similar al promedio global de 39,3%, todavía está por debajo del promedio sudamericano de 76,5%. Dentro de las fuentes limpias, la hidroeléctrica sigue siendo la más predominante (16,5%), seguida de la eólica (11%), la nuclear (7,1%), la solar (2,7%) y la bioenergía (1,6%).
Inversiones y Políticas del Sector Privado
Möhle mencionó sobre la intervención de organismos internacionales que, aunque con diferentes grados de independencia, todos buscan ofrecer financiamiento y asistencia técnica para ayudar a Argentina a avanzar en su agenda energética, incluso careciendo de un enfoque explícito hacia el cambio climático. Subrayó la necesidad urgente de una ley que apoye el sector energético, advirtiendo que el país está perdiendo oportunidades considerando su potencial geográfico en Patagonia y noroeste para energías renovables. Sin embargo, la inestabilidad macroeconómica y política representa un impedimento para atraer inversiones.
Avances en la Transición Energética y Emisiones de Carbono
Finalmente, el informe de Fundar recalca que el sector energético es responsable de cerca del 75% de las emisiones globales de CO2. A través de la identidad de Kaya, que cruza población, ingreso, intensidad energética y de carbono, se entiende que las mejoras en la eficiencia energética y la incorporación de energías renovables en Argentina no han sido suficientes para disminuir las emisiones absolutas. A pesar de ciertos avances a nivel global, en el caso argentino, el estancamiento económico y la limitada adopción de energías limpias contribuyen a que las emisiones no disminuyan. En conclusión, el informe asegura que el país tiene una ventaja relativa debido a la baja dependencia del carbón, pero el camino hacia una matriz energética más limpia y una mayor electrificación requerirá políticas más decididas, mayores inversiones y una transición más acelerada.
