Operaciones militares contra el narcotráfico
El Departamento de Defensa de Estados Unidos anunció que 14 presuntos narcotraficantes perdieron la vida en una serie de ataques a lanchas rápidas en el océano Pacífico. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, confirmó esta información durante una reciente comunicación.
Con estas acciones, el número total de bajas en la campaña antinarcóticos de Washington ha llegado a al menos 57 muertes. Los ataques se llevaron a cabo el pasado lunes como parte de una ofensiva iniciada por el gobierno de Donald Trump a principios de septiembre, que ha resultado en la destrucción de al menos 14 embarcaciones en las regiones del Caribe y el Pacífico.
Detalles de la operación
Hegseth indicó que «un total de 14 narcoterroristas fueron eliminados (…) con un sobreviviente». Los ataques, que se realizaron en aguas internacionales, no causaron daños a las fuerzas estadounidenses. En su publicación a través de X, el funcionario compartió un video con imágenes de la intervención.
- Las cuatro embarcaciones atacadas habían sido previamente identificadas por los servicios de inteligencia estadounidenses.
- Las lanchas estaban siguiendo rutas conocidas por el tráfico de drogas.
Según las imágenes difundidas por el Pentágono, se puede observar que las dos primeras lanchas estaban conectadas entre sí, mientras que las otras navegaban a alta velocidad. Las operaciones fueron coordinadas desde el Comando Sur, que también organizó la búsqueda del sobreviviente.
Hegseth mencionó que el caso fue aceptado por las autoridades mexicanas, quienes asumieron la coordinación del rescate, aunque no se proporcionaron detalles sobre la localización del sobreviviente.
Advertencias y despliegue militar
Durante su declaración, el secretario de Defensa enfatizó: “Los rastrearemos, los conectaremos con redes y luego los cazaremos y los eliminaremos”, haciendo referencia a las organizaciones narcotraficantes en la región. Este enfoque ha llevado a un notable refuerzo militar en América Latina, con el envío de siete buques de guerra, aviones de combate furtivos F-35, y el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford.
Sin embargo, esta estrategia ha generado tensiones diplomáticas. El gobierno de Venezuela ha acusado a Estados Unidos de aprovechar la lucha contra el narcotráfico como un pretexto para desestabilizar al presidente Nicolás Maduro. Caracas sostiene que la administración de Trump busca «fabricar un conflicto» para justificar una posible invasión militar.
Con estas operaciones, la ofensiva estadounidense en el Pacífico y el Caribe se posiciona como una de las más agresivas en los últimos años, en un contexto de creciente debate internacional sobre la legalidad y las repercusiones geopolíticas de tal intervención.
