Una vida dedicada a la psicología y los derechos humanos
Este domingo, Eva Giberti, una figura emblemática en el ámbito de la psicología y la defensa de los derechos en Argentina, falleció a los 96 años, según comunicó su familia. Su muerte representa la conclusión de una trayectoria que impactó profundamente la comprensión y protección de los derechos de mujeres, niños y adolescentes.
Pionera en educación y políticas públicas
Giberti es especialmente conocida por ser una de las fundadoras de la primera Escuela para Padres en el país y por su activa promoción de políticas públicas relacionadas con la violencia y la adopción. Su legado se extiende a lo largo de más de seis décadas de dedicación en diversas áreas como la academia, la intervención social e institucional.
Reconocimientos y premios
En los últimos años de su vida, Giberti recibió múltiples distinciones que reflejan la magnitud de su contribución. Entre ellos, se encuentra el título de Doctora Honoris Causa otorgado por la Universidad Nacional de Rosario en 2006, y otra similar de la Universidad Autónoma de Entre Ríos en 2010. En 2016, fue galardonada con el Premio Konex de Platino en la disciplina de Estudios de Género en Argentina.
Contribución a la academia y la comunidad
Nacida en Buenos Aires el 21 de mayo de 1929, Giberti se graduó en la Universidad de Buenos Aires y dedicó su vida a la docencia, la investigación y el compromiso social. En 1957, fundó la Escuela para Padres, que se integró en 1962 a la Facultad de Medicina de la UBA, ofreciendo programas en el Hospital de Niños y expandiéndose a otras provincias. Su obra “Escuela para Padres” llegó a publicar hasta treinta ediciones en tres volúmenes.
Una defensora incansable de derechos
El compromiso de Giberti con los derechos de la infancia y la mujer se evidenció en su participación en diversas instituciones, como el Consejo de Derechos del Niño de la Ciudad de Buenos Aires, donde trabajó hasta 2006. También fue consultora para UNICEF Argentina y vicepresidenta de la Comisión Permanente por la vida de los niños en América Latina y el Caribe.
Un legado perdurable
Giberti fue asesora en el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines adoptivos de la Ciudad de Buenos Aires y desempeñó un papel crucial en el ámbito de la adopción a nivel nacional. Además, en 2009, fue instrumental en establecer la Oficina de Rescate y Acompañamiento a las Víctimas de Trata.
Su trabajo fue reconocido internacionalmente, como su participación en el 57º período de sesiones de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas en 2013.
Últimos reconocimientos y su influencia continua
A lo largo de su carrera, fue nombrada Ciudadana Ilustre de Buenos Aires en 2003 y colaboró con el periódico Página/12. Además, su voz fue crucial en diversos debates legislativos en Argentina, abordando la penalización de la trata de personas y la protección contra la violencia familiar.
Miembro honorario de la Asociación Argentina de Bioética y del Foro por los derechos de las mujeres, Giberti dejó un impacto significativo en la psicología, bioética y estudios de género tanto en Argentina como en América Latina.