El legado de Héctor Alterio en el cine argentino
El reconocido actor Héctor Alterio falleció el pasado sábado a la edad de 96 años en España, país donde había residido desde 1975. Su carrera en el cine argentino estuvo marcada por personajes icónicos, desde el tierno Martín Santomé en La Tregua hasta el entrañable Nino Belvedere que acompaña a su esposa con Alzheimer en El hijo de la novia. También destacaron sus interpretaciones como el militar represor en La Patagonia Rebelde y el empresario en La historia oficial. En total, Alterio participó en más de un centenar de películas en Argentina y España, así como en teatro y televisión, construyendo una de las trayectorias más relevantes de nuestra cultura.
Una vida marcada por la actuación
Nacido el 21 de septiembre de 1929 en el barrio Chacarita de Buenos Aires, hijo de inmigrantes italianos, desde pequeño mostró interés por la actuación, participando en festividades escolares. Sin embargo, a los 12 años, la muerte de su padre lo llevó a trabajar para ayudar a su familia. Alterio compartió que su madre le cantaba canciones napolitanas, creando recuerdos imborrables de su infancia. A los 19 años, tras diversas ocupaciones, debutó profesionalmente en el teatro con la obra Prohibido suicidarse en primavera. Durante la década de los 40, se involucró en el movimiento cultural del Nuevo Teatro, un ciclo que revolucionó la escena teatral de Buenos Aires.
Trayectoria cinematográfica
Su primera aparición en el cine fue en 1965 con Todo sol es amargo. Durante finales de los años 60, decidió dedicarse completamente a la actuación, participando en películas emblemáticas como La Patagonia Rebelde y La tregua, esta última basada en el libro de Mario Benedetti y que se convirtió en la primera película argentina nominada a un Oscar en la categoría de mejor película extranjera. Junto a un elenco de estrellas, Alterio se destacó en cada uno de estos trabajos.
El exilio y su carrera en España
En 1975, Alterio, amenazado por la organización terrorista Triple A, se vio obligado a exiliarse en España. Allí comenzó una nueva etapa en su vida profesional, obteniendo su primer gran oportunidad de la mano de Carlos Saura en Cría cuervos. A lo largo de su carrera en este país, recibió reconocimientos como el Goya de Honor en 2004 y continuó deslumbrando con su talento en obras y películas que marcaron su consagración.
Sus últimos años y legado
A pesar de los desafíos que enfrentó, nunca perdió su entusiasmo por la actuación. A fines de 2020, con 91 años, regresó al escenario con la obra Como hace 3000 años. Continuó trabajando en su obra autobiográfica Una pequeña historia, afirmando que entretener lo mantenía vivo. Su energía y pasión por el arte lo hicieron un modelo a seguir, cuyas actuaciones continuarán resonando en la memoria de quienes lo admiraron. Alterio afirmó que “hay que estar un poco chiflado para estar aquí, pero yo necesito esta locura”, una declaración que refleja su amor por el escenario hasta el final de sus días.