Oposición al acuerdo UE-Mercosur
Las posibilidades de que se formalice el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur el próximo sábado en Brasil han disminuido considerablemente. Esto se debe a que Francia e Italia concordaron en la necesidad de posponer la votación de los países europeos, que estaba programada para esta semana en Bruselas.
Según Reuters, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, se alineó con la postura del presidente francés, Emmanuel Macron, y solicitó a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que retrasara la revisión del acuerdo, que estaba planificada entre el martes y el viernes. «A estas alturas, las cuentas no salen para proteger a los agricultores franceses. Las exigencias de Francia no se han cumplido», aseveró París el domingo por la noche respecto al mayor pacto comercial en la historia del bloque.
Movilizaciones y preocupaciones dentro de la UE
Los sindicatos agrícolas han prometido la participación de hasta 10.000 manifestantes el jueves, coincidiendo con una reunión de jefes de Estado y Gobierno de la UE. Paula Pinha, portavoz de la Comisión, expresó: «Esperamos contar con todas las condiciones para una firma el próximo fin de semana». Una fuente de la Comisión insistió: «Es ahora o nunca» en relación al acuerdo, mientras que un diplomático europeo, que pidió el anonimato, advirtió que «si no hay un compromiso esta semana, nos arriesgamos a una grave crisis europea. Será un gran fracaso para la Comisión, para Alemania y para España».
A pesar de la oposición de Francia e Italia, estos países, junto a los escandinavos, buscan reimpulsar sus exportaciones en medio de las tensiones existentes en la economía europea y la competencia con China y los aranceles de Estados Unidos. Cabe destacar que, debido a que el acuerdo solo requiere una mayoría calificada, Francia no logrará bloquearlo con facilidad.
Estrategias parlamentarias y medidas de salvaguardia
Teniendo en cuenta el contexto, los eurodiputados han empezado a discutir medidas de «salvaguardia» para intentar asegurar el voto positivo de Francia, tranquilizando a los agricultores. Se plantea un «seguimiento reforzado» para productos sensibles como carne de vacuno, avicultura, arroz, miel, huevos, ajo, etanol y azúcar, lo cual incluiría la intervención en caso de desestabilización del mercado.
Detalles del acuerdo comercial
Según lo indicado por Lula Da Silva, presidente de Brasil, el acuerdo tiene un impacto económico significativo. Una vez en vigor, abarcará a 722 millones de personas y representará un PIB conjunto de 22 billones de dólares, lo que lo posicionaría como el «mayor acuerdo comercial del mundo».
El entendimiento entre el Mercosur y la UE tiene como objetivo primordial la eliminación gradual de las barreras arancelarias y el establecimiento de una amplia zona de libre comercio, con regulaciones claras que aseguren que los beneficios permanezcan dentro de ambos bloques. Además, el acuerdo contempla un marco regulador que cubre servicios, propiedad intelectual, contratación pública, comercio sostenible y mecanismos para resolver controversias, esenciales para asegurar previsibilidad a largo plazo.
De acuerdo con lo estipulado, se prevé la eliminación de aranceles en el 90% del comercio bilateral, con plazos de desgravación más amplios que los acordados en pactos anteriores por la UE. Esto promete un impulso a las exportaciones agroindustriales, energéticas y mineras del Mercosur.
Por su parte, la UE busca garantías de abastecimiento en alimentos, energía y minerales críticos, así como una vía más ágil para la entrada de su producción industrial en Sudamérica, en el marco de un entorno global cada vez más competitivo frente a Estados Unidos y China. Fuentes europeas estiman que el viejo continente puede lograr cerca de 10.000 millones de dólares adicionales en exportaciones anuales, mientras que las ventas europeas podrían incrementar casi 60.000 millones de dólares.
