Desaparición y trágico hallazgo
Las jóvenes Brenda del Castillo y Morena Verri, de 20 años, junto con Lara Morena Gutiérrez, de 15 años, fueron halladas muertas este miércoles en un domicilio de Florencio Varela, en la misma área donde fue registrado el último uso del celular de una de ellas. Las tres se habían visto por última vez el viernes en la rotonda de Crovara y El Tiburón, en la localidad bonaerense de La Tablada. Sus teléfonos se apagaron a la misma hora la noche del sábado, y desde entonces no habían estado en contacto.
La situación se tornó crítica cuando, en las primeras horas del miércoles, la policía comunicó el hallazgo de tres cuerpos y comenzó a verificar si correspondían a las jóvenes. A media mañana, esa sospecha se confirmó y los familiares fueron notificados.
Detalles escabrosos de la autopsia
Se reveló que Morena, Brenda y Lara fueron sometidas a torturas antes de ser asesinadas, en un aparente acto de venganza de una banda de narcotraficantes peruanos, ya que se sospecha que una de las chicas retuvo un alijo de cocaína. Fuentes oficiales detallaron que a Lara, la más joven, le fueron amputados los cinco dedos de la mano izquierda y una oreja, antes de que le cortaran el cuello. Por su parte, Brenda recibió múltiples puñaladas en el cuello, fue golpeada en la cara y falleció a causa de un fuerte golpe que le causó un aplastamiento facial. Tras su muerte, su abdomen fue abierto. A su vez, Morena, también sufrió una golpiza antes de que le quebraran el cuello.
Línea de tiempo de la desaparición
De acuerdo a reconstrucciones, basadas en declaraciones de familiares, las tres chicas salieron de la casa de Morena en Ciudad Evita el viernes para encontrarse con una persona en la rotonda mencionada. Cámaras de una estación de servicio cercana proporcionaron un indicio clave: una camioneta blanca. Testigos confirmaron que Brenda, Morena y Lara se subieron al vehículo.
Antonio, abuelo de Morena, indicó el martes que la policía le mostró el video y su hija pudo identificar a las chicas. Aunque el video mostró la camioneta, no logró capturar su matrícula. «Ellas normalmente salían en DIDI, pero esa vez cancelaron el viaje, diciendo que alguien las venía a buscar», detalló Antonio. Desde entonces, su paradero había sido un misterio, lo que lo llevó a expresar su desesperación: «No sé realmente dónde pueden estar».