Un giro trágico en el automovilismo español
El automovilismo español se encuentra en shock tras el hallazgo de la investigación que rodea el homicidio de Antolín González, un talentoso expiloto que fue subcampeón del Fórmula Renault 2.0 Asian Championship 2018. Este joven de 23 años aspiraba a alcanzar la Fórmula 1, pero ahora se enfrenta a graves cargos tras confesar haber asesinado a su padre en un episodio violento ocurrido en la empresa familiar el pasado 5 de julio.
Los detalles del crimen
Según las declaraciones realizadas por Antolín ante el juez del Juzgado de Instrucción número dos de Aranda de Duero, el enfrentamiento comenzó con una discusión acalorada. Durante esta discusión, el joven sostiene que su padre, de 56 años, fue quien primero empuñó un machete con una hoja de entre 10 y 15 centímetros, amenazándole antes de que se produjera un forcejeo entre ambos. Gonzalez expresó: “Forcejeamos y accidentalmente le apuñalé en el cuello”.
El episodio se desarrolló en la nave industrial de la familia, dedicada a la venta de aceitunas y encurtidos, ubicada en un polígono de la localidad de Aranda de Duero. Tras el trágico suceso, Antolín se marchó del lugar y desechó el cuchillo en el río Arandilla. Posteriormente, fue arrestado en la pedanía de Sinovas sin oponer resistencia.
Un futuro prometedor truncado
Antolín González había dejado de lado tanto su carrera automovilística como sus estudios hace cinco años para cuidar de su madre y ayudar en la empresa familiar, buscando evitar que ella quedara sola y vulnerable. Con un prometedor inicio en el karting, el joven se destacó en la mencionada categoría asiática, ganando una carrera en el Circuito Internacional de Zhuhai y logrando presencia en el podio en múltiples oportunidades.
Los investigadores están trabajando arduamente localizando el arma homicida, considerada clave para esclarecer los pormenores del crimen. Aunque se encontró la mochila del acusado en zarzas cercanas al río Bañuelos, el cuchillo sigue sin ser recuperado. Hasta el momento, solo se han encontrado huellas del padre en la funda del machete, propiedad de la empresa familiar, y no se ha determinado si el arma estaba desenfundada al momento del ataque.
Desafíos durante la investigación
La falta de testigos y grabaciones de cámaras de seguridad en la ubicación del crimen complican significativamente la reconstrucción de los hechos. Además, la ausencia de datos de geolocalización del teléfono móvil de Antolín plantea interrogantes, dado que el joven aseguró haber dejado su móvil en el gimnasio a cinco kilómetros del lugar del suceso.
La defensa de Antolín argumenta que la muerte de su padre fue accidental y que el joven actuó bajo una intensa presión psicológica, mencionando que sus padres se habían divorciado recientemente y que su madre había interpuesto dos denuncias por malos tratos. La familia ha expresado su apoyo al acusado y no existe acusación particular en este caso.
