Reflexiones de un Economista Experto
Domingo Cavallo, a través de su blog, ha señalado de manera continua y con gran lucidez los problemas inherentes al modelo económico actual desde sus inicios. En particular, se ha enfocado en los efectos negativos que el atraso cambiario y las altas tasas de interés están causando en el tejido productivo y en los equilibrios macroeconómicos del sector externo. Cavallo reitera que este atraso actúa como un impuesto a las exportaciones y como un subsidio a las importaciones.
Reformas Estructurales de los 90s
Al mirar hacia atrás, es evidente que lo más significativo de la década de los 90, época en la que ocupó el cargo de Ministro de Economía, no fue la convertibilidad, como algunos creen erróneamente, sino las reformas estructurales que impulsó junto a sus predecesores durante el gobierno de Menem. Estas reformas buscaban modificar aspectos fundamentales del funcionamiento económico, permitiendo así la modernización de las infraestructuras, lo cual se logró en parte.
El proceso de privatizaciones y la participación del sector privado, tanto nacional como extranjero, fueron posibles gracias a un conjunto significativo de reformas regulatorias realizadas en ese periodo. Sin embargo, a esta iniciativa exitosa también le afectaron los mismos defectos presentes en el programa económico actual: el atraso cambiario en un contexto de apertura económica acelerada.
Dos Etapas en la Carrera de Cavallo
Se podría argumentar que hay dos facetas del Cavallo que hemos visto a lo largo de su carrera: el de los años 80, autor de “Volver a crecer” y presidente del BCRA, y el de los años 90. El primer Cavallo defendió un tipo de cambio competitivo durante las décadas de los 70 y 80, subrayando que las políticas pasadas tenían en común un dólar barato, que aumentó la deuda externa y causó estancamiento de las exportaciones.
En contraste, el Cavallo de los años 90 implementó la política de convertibilidad, que estuvo marcada por un atraso cambiario que afectó negativamente al tejido productivo y a las economías regionales. A diferencia de la situación actual, él y su equipo eran conscientes de los problemas que enfrentaban y buscaban mejorar la paridad cambiaria a través de políticas ofertistas orientadas a devaluaciones fiscales, tratando de priorizar el sector productor.
Lecciones para el Futuro
En su libro de 1984, “Volver a crecer”, Cavallo argumentaba que los debates entre apertura (agroexportación) y proteccionismo no eran útiles. Afirmaba que había un enfoque deficiente en la implementación de políticas en el momento equivocado y con herramientas mal administradas. Para crecer, subrayaba que es crucial aumentar la productividad y que el comercio exterior debería reemplazar al endeudamiento.
- El programa económico debe establecer un límite máximo de gasto público financiado por impuestos.
- Salir del estancamiento depende de las exportaciones y no de las finanzas internacionales.
- Es crucial asegurar un tipo de cambio real alto y el pago adecuado de intereses de la deuda externa.
Es importante señalar que el contexto actual es más adverso que el de los años 90, debido a la competencia de un exportador agresivo como China, un entorno global cada vez más proteccionista, una estructura productiva interna debilitada y una pesada carga impositiva que afecta la competitividad. Por todas estas razones, el gobierno debería considerar con humildad y respeto las valiosas lecciones del ex Ministro Cavallo, quien, a mi entender, podría advertir: «no cometan el mismo error que cometí yo».
