Un inicio explosivo
La secuela de The Outer Worlds promete ofrecer una experiencia mucho más dinámica que su predecesor. Este nuevo título comienza con una introducción repleta de acción, donde los jugadores pueden enfrentar desafíos mediante el diálogo, el sigilo o enfrentamientos directos. De hecho, esta primera misión que tuve la oportunidad de probar fue tan cautivadora que logré engancharme casi de inmediato.
Desarrollo del juego
A lo largo de la aventura, los jugadores podrán crear su personaje a través de un sistema de personalización ágil y completo. Los «Defectos» juegan un papel crucial, ya que eligen habilidades negativas que afectarán a los personajes de manera duradera. Al igual que en el primer juego, se desbloquean planetas y locaciones a medida que se avanza en la trama. Sin embargo, los jugadores tendrán múltiples opciones disponibles.
- Completar ciertas misiones en las primeras visitas es posible, aunque a menudo se requerirá volver a visitar ubicaciones para completar tareas secundarias.
- Los niveles presentan un diseño atractivo que mezcla entornos naturales y tecnológicos, cada uno con su justificación narrativa.
Un desequilibrio entre RPG y acción
En el transcurso del juego, la balanza se inclina más hacia la violencia. Aunque se puede resolver conflictos mediante conversaciones, la mayoría de los encuentros culminan en combates. Los jugadores pueden desempeñar diálogos pacíficos, pero, para ello, a menudo es necesario haber dejado un rastro de enemigos caídos. El sistema de puntos de habilidad permite por lo menos acceder a capacidades que facilitarán la interacción con el entorno.
Problemas en el apartado de acción
A pesar de presentar una gran variedad de armas, la jugabilidad presenta problemas evidentes. Jugando en una Xbox Series X, la sensibilidad de los controles no parece adecuada, lo que ralentiza las respuestas en las acciones. Si bien hay diferentes tipos de armamento, como rifles o pistolas, la sensación de impacto es insatisfactoria, especialmente con enemigos que parecen recibir demasiado daño antes de caer. Las armas de fuego suelen ser menos efectivas que las semiautomáticas, lo que resulta incómodo en medio de las intensas batallas.
Una experiencia que se siente vacía
A menudo, el mundo se siente desolado y carente de vida, con NPCs que parecen demasiado ocupados para interactuar. De estos, solo un puñado está dispuesto a hablar con los jugadores, ofreciendo diálogos interesantes pero limitados. La calidad de la escritura sigue siendo un punto fuerte, aunque el método de entrega, que incluye la lectura de múltiples documentos y correos, puede resultar tedioso.
Conclusión
A pesar de sus claras deficiencias, The Outer Worlds 2 logra mantener el interés del jugador. Las exploraciones y la recolección de recursos ayudan a hacer que el tiempo pase rápidamente. Sin embargo, al reflexionar sobre lo que se ha jugado, la falta de profundidad RPG y la jugabilidad de acción por encima de la media son decepcionantes.
Este título presenta mejoras sobre su predecesor pero tropieza con los mismos errores, lo que puede resultar difícil de perdonar en una secuela. No es un juego malo, pero no logra alcanzar el nivel esperado. Aunque algunos jugadores pueden disfrutarlo, los fans del primero probablemente notarán la falta de la chispa original.