Home Sociedad Una profesora misionera convierte el inglés en una herramienta para la tecnología y la inclusión social

Una profesora misionera convierte el inglés en una herramienta para la tecnología y la inclusión social

Una profesora misionera convierte el inglés en una herramienta para la tecnología y la inclusión social

Un enfoque innovador en la enseñanza del inglés

Gabriela Büttner, quien se desempeña como profesora en la Escuela Agrotécnica N°8 de Colonia Guatambú, en Montecarlo, Misiones, comprendió desde un inicio que para enseñar inglés a sus alumnos era necesario alejarse de los métodos tradicionales. La literatura usual sobre este idioma no incluía la realidad de los entornos rurales, lo que hacía que muchos estudiantes sintieran que aprender una lengua extranjera no era algo accesible para ellos.

Para cerrar esta brecha y lograr conectar con sus alumnos, Gabriela se atrevió a crear su propio libro de inglés, dirigido especialmente a escuelas agrotécnicas. Con este esfuerzo, refleja su perspectiva sobre la enseñanza: una labor que se adapta a diferentes contextos, fomenta la inclusión y proporciona herramientas valiosas para la vida.

En acción en el entorno rural

En una institución que llegó a operar en un antiguo gallinero, Gabriela eligió la acción por encima de la espera, donando ventanas e inodoros de su hogar para mejorar la infraestructura y proporcionar un ambiente adecuado para el aprendizaje. Ante la carencia de materiales específicos para la enseñanza del inglés en contextos agrotécnicos, se dedicó a escribir y publicar un libro que ya está siendo utilizado en otras provincias del país.

Además, para enriquecer el aprendizaje en un contexto con limitaciones de conectividad, junto a otras tres escuelas, obtuvo el premio TOMI 8, lo que le permitió acceder a una plataforma digital y un dispositivo interactivo, haciendo las clases más dinámicas. Esto ha permitido que sus alumnos adquieran habilidades para manejar herramientas y plataformas digitales de forma autónoma.

“La clase ahora está bastante buena”, afirma una de las alumnas respecto al entusiasmo que ha logrado generar.

Un relato de superación personal

La experiencia de vida de Gabriela es tan inspiradora como su enfoque educativo. “La educación me salvó”, comparte con sinceridad. Creció en un entorno familiar disfuncional, lleno de dificultades, pero logró avanzar en la vida gracias al estudio. Actualmente, utiliza esa motivación para apoyar a estudiantes que enfrentan situaciones similares de pobreza y violencia.

Su labor trasciende la enseñanza del idioma, implementando programas de educación emocional y de prevención de la violencia de género y el suicidio, donde comparte su historia personal y brinda apoyo a quienes lo necesitan.

Iniciativas que generan un cambio

Gabriela también ha promovido actividades ambientales como la creación de un vivero sostenible con botellas recicladas, invitando a sus estudiantes y a la comunidad a participar en prácticas de cuidado ambiental y trabajo en equipo. Cada una de estas iniciativas entrelaza la formación académica con valores de solidaridad, resiliencia y compromiso social.

Gracias a su empatía y apoyo, varios estudiantes que antes eran considerados “conflictivos” han mejorado su compromiso y colaboración, mientras que otros jóvenes con dificultades en la escritura han visto un avance significativo gracias a los recursos digitales. Muchos exalumnos ahora continúan sus estudios universitarios o técnicos, aplicando los conocimientos adquiridos en clase a sus propios proyectos productivos.

Su impacto va más allá de la escuela, ya que ofrece becas de inglés a los estudiantes más dedicados y asistencia económica a futuros docentes, creando una “cadena de favores” que motiva a los beneficiarios a retribuir en el futuro. Además, organiza actividades que conectan a sus alumnos con el mundo, como contactos con una feria franca en Londres y visitas a museos locales para ampliar sus horizontes culturales y fortalecer su identidad regional.

Un ejemplo a seguir

Gabriela comparte sus experiencias con otros educadores y promueve la colaboración, demostrando que, incluso en condiciones de extrema precariedad, es posible innovar y generar un impacto real. Por estas razones, es finalista del Premio Docentes que Inspiran, una iniciativa que reconoce la labor de docentes destacados en todo el país.

En Colonia Guatambú, entre sus libros, tecnologías adaptadas y reciclaje, Gabriela es el vivo ejemplo de que la educación, vivida con compromiso y creatividad, puede transformar no solo aulas, sino también comunidades enteras. Ella lo resume con claridad: “La educación es el único camino para transformar realidades”.

Sobre el Premio Docentes que Inspiran

Este año, el Premio Docentes que Inspiran reparte un total de 24 millones de pesos en premios: 14 millones para el docente inspirador del año y 5 millones para cada una de las dos menciones especiales.

Si deseas conocer más historias de los seis finalistas, visita www.premiodocentesqueinspiran.com.ar o las redes sociales del concurso: en Facebook, “Docentes que Inspiran”; y en Instagram, @docentequeinspira.