Una impactante experiencia cercana a la muerte
Michele Souto, una publicista brasileña, ha compartido su conmovedora experiencia tras haber sobrevivido a la ruptura de dos aneurismas cerebrales. En una reveladora declaración, relató: «Vi niños flotando sobre mí, como si estuviera fuera de mi cuerpo. Ya no sentía dolor, solo una extraña sensación de paz. Pensé que había muerto».
El inicio de una larga batalla
En el momento de su ACV, Michele tenía apenas 31 años. Un dolor de cabeza repentino la llevó a buscar atención médica, aunque inicialmente los médicos diagnosticaron sinusitis o migraña. Sin embargo, al día siguiente, mientras conducía por una avenida en San Pablo, el dolor se volvió insoportable y la obligó a detenerse en la banquina. «Sentí que iba a morir ahí mismo. Llamé al trabajo pidiendo ayuda», recordó.
Tras llevarla a otro hospital, los estudios desvelaron la gravedad de su situación: ambos aneurismas se habían roto, provocando una grave hemorragia. La primera intervención quirúrgica se extendió por 14 horas; sin embargo, tuvo que ser suspendida debido al aumento de presión en el cerebro y, lamentablemente, durante el procedimiento, ella sufrió un ACV.
Una experiencia que transforma
Durante su estado de coma, Michele vivió una experiencia cercana a la muerte que la marcaría de por vida. «Fue como ver la escena desde afuera, como si estuviera en otro lugar. Había niños vestidos de blanco, flotando, riendo, tomados de la mano en círculo a mi alrededor. Cuando desperté, seguía preguntando por ellos. Ahí entendí que había sobrevivido a algo que podría haber terminado con mi vida», comentó.
El proceso de recuperación
La recuperación posterior fue un largo y doloroso proceso. Michele tuvo que reaprender a hablar y escribir, describiendo su experiencia como regresar a la vida: «Era como volver a nacer». A pesar de convivir con algunas limitaciones, hoy lleva una vida activa y realiza controles neurológicos anuales. «Al principio no entendía lo que la gente decía. Las palabras no tenían sentido. Era como vivir en una niebla de confusión», confesó. Con meses de terapia fonoaudiológica y fisioterapia, logró reconstruir su vida, manifestando que, aunque frustrante, la rehabilitación le enseñó a seguir adelante.
Entendiendo los aneurismas
Un aneurisma se define como una dilatación en la pared de una arteria que puede romperse en cualquier momento. El neurocirujano Helder Picarelli explica que suelen formarse en las bifurcaciones de las arterias del cerebro y muchas veces no presentan síntomas hasta su ruptura, lo que desencadena una hemorragia subaracnoidea potencialmente fatal. La sangre que escapa de los vasos puede irritar e inflamar el tejido, aumentando la presión intracraneal y generando vasoespasmo, es decir, el estrechamiento de otras arterias que limita el oxígeno en el cerebro.
La prevalencia de los aneurismas en mujeres
Según los datos, el aneurisma cerebral afecta entre el 3% y el 5% de la población mundial. Aunque la mayoría no se rompe, las tasas de mortalidad al momento de hacerlo pueden ascender hasta el 60%. El neurocirujano Feres Chaddad informa que las mujeres corren hasta un 60% más de riesgo de formar aneurismas cerebrales y tienen un 40% más de probabilidades de que estos se rompan en comparación con los hombres.
Tipos y ubicaciones de los aneurismas
A pesar de que Michele sufrió un aneurisma cerebral, estos pueden desarrollarse en otras arterias del cuerpo:
- Aorta abdominal: el más común, asociado con tabaquismo, hipertensión y envejecimiento.
- Aorta torácica: menos frecuente, pero a menudo ligada a alteraciones genéticas como el síndrome de Marfan.
- Arterias ilíacas: que llevan sangre a las piernas.
- Arterias viscerales: en vasos del intestino, riñones, hígado y bazo.
- Aneurisma esplénico: en el bazo, más habitual en embarazadas.
- Aneurismas poplíteos y femorales: presentados en las piernas, detrás de la rodilla o en el muslo.
En su mayoría, no presentan síntomas hasta que crecen considerablemente o son descubiertos por estudios de rutina. A veces, pueden causar dolor localizado o sensación de pulsación.
Causas de los aneurismas
Existen causas genéticas que pueden predisponer a una persona a desarrollar aneurismas, especialmente en síndromes del tejido conectivo que hacen las arterias más frágiles. También pueden estar relacionados con factores adquiridos como hipertensión, tabaquismo o colesterol elevado. En algunos casos pueden aparecer tras traumatismos o procedimientos médicos invasivos.
Síntomas de alerta
Señales que pueden indicar la presencia de un aneurisma incluyen:
- En el cerebro: dolor de cabeza súbito e intenso, náuseas, confusión o pérdida de conciencia.
- En el abdomen: dolor fuerte o pulsación en la panza.
- En el pecho: sensación de opresión o dolor en el área del pecho o falta de aire.
- En las extremidades: hinchazón o masa pulsátil en brazos o piernas.
La mayoría de los aneurismas no provocan síntomas antes de romperse y, como se mencionó, a menudo se descubren durante exámenes rutinarios.