Los familiares y allegados de Thiago Correa, el niño de siete años que murió tras recibir un balazo en la cabeza en medio de un intento de robo a un policía y a su madre en la localidad de Ciudad Evita, en el partido bonaerense de La Matanza, despidieron con gran dolor este lunes los restos del nene. Además, el agente de la Federal fue indagado por segunda vez.
Thiago fue velado en la noche del domingo en la cochería Casa Dauria, en Eizaguirre al 2400, en San Justo. Hoy por la mañana, el cortejo primero pasó por el Colegio Santa Rosa, donde acudía el menor, luego por el Club Unidos de La Tablada, donde jugaba al fútbol y finalmente, el cementerio Parque, donde reposarán los restos del niño.
El chico fue baleado el miércoles por la noche, mientras se encontraba sobre los hombros de su padre, a unos 200 metros donde el agente de la Policía Federal, de 21 años, aguardaba junto a su madre en una parada de colectivos. En ese instante, cuatro delincuentes abordaron a la mujer y a su hijo, quien se encontraba de franco de servicio y repelió el robo a los tiros. Uno de los ladrones murió en el acto y otros dos resultaron heridos. Mientras que el delincuente restante está prófugo.
“La muerte de mi hijo es un dolor que no me lo puede sacar nadie. No tengo palabras”, dijo Fabián, el papá de Thiago en diálogo con Splendid AM990. “No es justo que un nene termine así. No puede ser que alguien dispare así, hacia abajo, donde hay gente”, agregó.
El policía, identificado como Facundo Aguilar Fajardo, quien disparó once veces en total, fue indagado este viernes por homicidio en exceso en la legítima defensa. Este lunes, tras la muerte del niño, la fiscalía de homicidios de La Matanza volvió a indagar al agente pero cambió la carátula a homicidio con dolo eventual, con lo cual la situación procesal del imputado se complicó.
“Esa noche, me dirigía al trabajo, acompañado de mi madre. Es una zona bastante peligrosa y en ese horario no hay ningún negocio abierto”, declaró el acusado ante el fiscal Diego Rulli y aseguró: «Estaba hablando con mi madre y fui sorprendido por estos cuatro delincuentes que estaban armados, que atentaron contra la vida de mi madre y mi vida”.
“Fue por eso que yo actué -continuó el policía- y en ningún momento se pasó por mi cabeza que a 200 metros iba a estar un niño. Yo tengo un hermanito también, de 11 años y le juro que si hubiese sabido cómo se dio esta situación, yo le hubiese dicho a mi madre que entre a mi casa y que yo me iba a quedar afuera y en todo caso, que si me robaban y me mataban, prefería eso antes que Thiago hubiese muerto”.
En línea con las polémicas declaraciones de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el policía advirtió: “Si no hubiese sido por estos cuatro delincuentes, que querían matar a mi madre, y a mí, yo no hubiese actuado y hoy Thiago estaría vivo”.
“Nunca se me pasó por mi cabeza que a 200 metros iba a estar Thiago. Yo siempre estuve focalizado en éstos cuatro delincuentes y lo único que quería era que se vayan, nada más”, insistió el agente.
En su defensa, el imputado le solicitó a la justicia “la reconstrucción del hecho, con cuatro personas que hagan de los delincuentes, mi madre y personal idóneo en criminalística y planimetría, que se haga en el mismo horario en que me sucedió el hecho a mí, para yo poder demostrarles que en ese horario no hay personas que estén pasando por esas calles, la baja iluminación que hay en esas calles y que se haga lo más rápido posible, para yo poder demostrar mi inocencia, nada más”.